Detesto el peloteo. Es uno de los pecados capitales de mucho sujeto que anda suelto. Es la manera más fácil y nauseabunda de ganarte a una persona importante y seguir manteniendo un puesto o de poder alcanzar cotas de interés. En definitiva, ser un pelota es ser un... me ahorro el término, pero imaginen lo que iba a decir.... ¡Bonito seguro que no!
Y el mundo del fútbol desgraciadamente no es ajeno a la vida misma. Está salpicado de ese defecto de forma notoria. Por ejemplo, el señor Mourinho que ha hecho absolutamente de todo es enjabonado con la adulación por parte de dos zalameros que se creen que han inventado el fútbol y tienen mucho que aprender. Me refiero a Sandoval y Mel. Unicamente les ha faltado besar los pies a un caballero, Mou, que se ha distinguido más por sus miserables acciones en el banquillo o en ruedas de prensa que por sus éxitos deportivos en el Madrid. ¡Han demostrado ser dos pobrecitos pelotillas!.
Y ayer el bombo copero deparó una eliminatoria Oviedo-Athletic y el técnico carbayón Pacheta afirmó que "Bielsa es uno de los entrenadores que más ha marcado mi trayectoria deportiva". ¡Venga ya, señor Pacheta, qué quiere que me lo trague!. ¿Sabe usted cuántas jornadas estuvo trabajando con Don Marcelo VendeHumos en el Español?... ¡Pues seis!. ¡Repito, señor Pacheta, seis jornadas duró la estancia del actual míster del Athletic en Barcelona!. Por mucho que me cuenten es un período cortísimo para explayarte con esa afirmación tan contudente. ¡Es imposible que quedes tan marcado!. Son elogios baratos, fáciles, sin fundamento alguno,... que se comentan para quedar maravillosamente bien con una persona a la que te vas a encontrar en el camino después de trece años.
Quedar marcado pudo quedar Satrustegui con Alberto Ormaetxea que lo dirigió siete temporadas en La Real Sociedad; o mi admirado Andoni Goikoetxea con Javi Clemente en su primera etapa en el Athletic (del 81 al 86); o José Mari Bakero con Johan Cruyff durante sus ocho años en el banquillo del Barcelona; o Albelda con Rafa Benítez en sus tres campañas en el Valencia ganando dos Ligas; o Busquets con Guardiola en el tiempo que lleva en el Barca,... Estas son cosas lógicas y coherentes.
Sin embargo, que un entrenador te marque en seis jornadas... ¡es mentira señor Pacheta!. Es el cumplido perfecto para ganarse el afecto de un hombre conocido en el panorama mundial más por su palabrería que por sus éxitos deportivos, el cariño del oponente,... en pocas palabras el elogio barato e irreal.
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