La situación no es nueva. No sorprende. No escandaliza. Sin embargo, una vez más Aitor Karanka nos decepcionó. Su jefe, Mourinho, que es un sinverguenza y un provocador (no debería estar en un banquillo si no en su casa sentado viendo los partidos) alienta anoche a la masa del Bernabéu (se vio claramente por las imágenes de televisión y algunos periodistas deberían tener los santos cojones de denunciarlo porque es fortísimo) tras una decisión del colegiado y Karanka sale del banquillo, aplaude y se descojona vivo. ¡Menudo bufón! o como decimos en el Puerto de la Cruz... ¡Chiquito bufón primo!
Poquito a poquito Aitor Karanka (que era un defensa contundente, pero jamás se metió en broncas ni nada por el estilo) se ha ido introduciendo en el terreno pantanoso, asqueroso,... que ofrece su jefe en cada partido. Y algunos chulos decían que el señor Mourinho estaba cambiando... ¡Y una... ! ¡Cállate Iñaki que ibas a decir una malcriadez!
No entiendo cómo un señor, Karanka, que me atrevo a afirmar que tiene dinero para dar y tomar, ha seguido esta corriente detestable, abominable, violentísima, provocadora,... que destila el prepotente y altanero que se sienta en el banquillo del Madrid. ¿Qué necesidad tiene de entrar en este juego? ¿Por qué ha accedido a ir a las ruedas de prensa como un bufón y no se negó desde un principio? ¿Cree Karanka que cuando Mou abandone el conjunto merengue se lo va a llevar de segundo a otro club? Te va a dejar tirado como una colilla amigo Aitor.
Un tío -- dicho con cariño y respeto -- con tu independencia y solvencia económica (supongo que en tus cinco temporadas en el Madrid y en la vuelta al Athletic no habrás ganado lo que yo de camarero en un mes) se pudo oponer desde un primer momento a esta coyuntura marcada por la violencia. "Yo por aquí no entro, me vuelvo para Bilbao" deberías haber respondido. Y es que se te pone la misma cara que el señor Mourinho cuando él crea la bronca.
¡Qué decepción Aitor!
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