La idea la parió el amigo Jon Laucirica en twitter: "Las banderas del Athletic deben volver a los balcones de toda Vizcaya y al Hotel Carlton tal y como sucedió en la previa de la semifinal de Copa ante el Sevilla en 2009". Estoy completamente de acuerdo con el periodista de Canal Plus.
Nuestro Athletic está a las puertas de una final por segunda vez en las últimas cuatro temporadas. Con Caparrós en el banquillo se logró crear una atmósfera perfecta, preciosa, deportiva, ejemplar,... que amedrentó a la escuadra hispalense. El partido se empezó a jugar mucho antes del día señalado y el apoyo del respetable rojiblanco resultó fundamental. Se creó una comunión jugadores-afición que contagió a toda Euskadi. Y tras una derrota por la mínima en tierras andaluzas, las esperanzas de voltear la eliminatoria se multiplicaron por infinito gracias al ambiente creado.
En esta ocasión no estará enfrente un Sevilla plagado de calidad por todos sus poros. Sin embargo, nos toparemos con un rival de Segunda B, el Mirandés, que tiene poco que perder... y sí mucho que ganar. Tiene una triple motivación: llegar a una Final de Copa, ser el primer equipo de esa categoría que lo consigue,... y en caso de que se plante en el partido decisivo tener prácticamente asegurada la participación europea la próxima temporada. Además, en su plantilla priman jugadores euskaldunes que querrán dejar el pabellón muy alto en nuestra bendita tierra y en nuestro bendito templo de San Mamés.
El Athletic tiene que eliminar al Mirandés sí o sí. Pero debemos sentar unas bases. Y la primera es la identificación de todo un pueblo con su tesoro más preciado, EL ATHLETIC. En los balcones de toda Vizcaya debe haber desde ahora mismo al menos una bandera del sentimiento más grande del mundo. Voy a convencer a mi suegra a ver si me deja colocar una en la ventana de su casa en Sestao porque no tenemos balcón ¡¡¡AUPA ATHLETIC HASTA EL INFINITO!!!
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