viernes, 16 de marzo de 2012
GRACIAS AITATXU POR CONVERTIRME EN ROJIBLANCO DE SAN MAMES
En primer lugar, felicidades a Marcelo Bielsa porque el máximo culpable de que el Athletic se haya zampado al Manchester de un bocado es él. Nuestro equipo coronó la cumbre de forma exquisita haciendo un excelente fútbol, pero sobre todo minando la moral del oponente a base de casta, presión y coraje durante los 180 minutos que duró la eliminatoria.
A partir de aquí, me van a disculpar. Sin embargo, los sentimientos personales afloran tal y como les habrá sucedido anoche al resto de aficionados al mejor equipo del mundo, nuestro Athletic.
Ahora mismo vivo en Sestao y mis padres lo hacen en ese bendito rincón del planeta llamado Puerto de la Cruz. Y ayer me estuve acordando todo el día que mi padre vio el Athletic-Manchester del año 57 encima de una caja de Coca Cola en San Mamés. Me lo recordaba cuando yo era pequeño y a pesar de su pinta de duro, le brillaban los ojos. Y miren cómo es este invento de la existencia que transcurridos 55 años, él vería otro Athletic-Manchester a 3.000 kilómetros del Botxo y yo a escasamente 12.000 metros de La Catedral. Y minutos antes de empezar el partido fue hablar por teléfono con el euskaldun que más quiero del planeta y echarme a llorar como un niño. Me embargó la emoción y además se me juntó que está medio pachucho y no pude contenerme. En 30 segundos se me vinieron a la mente mil experiencias rojiblancas que hemos vivido juntos. Desde el título de Liga del año 83 en Las Palmas en el Estadio Insular, la Copa del 84 en Madrid ante el Barca, el partido Athletic-Liverpool del año 83 aquí en San Mamés, las contínuas visitas a Gran Canaria a ver los U.D. Las Palmas-Athletic "montados" en el Jet Foil (la voladora como mi padre la llama), las visitas al Hotel Mencey de Santa Cruz a ver a los jugadores en la antesala de los Tenerife-Athletic, los partidos en el Heliodoro Rodríguez de la capital chicharrera donde me decía "si mete el Athletic ni se te ocurra celebrarlo porque en todos sitios hay cuatro locos y nos pueden matar" (en la campaña 89-90 empatamos a uno con gol de Uralde en los últimos minutos, no le hice caso, pegué un chillido tremendo... y por poco un tío me da un taponazo)... hasta llegar al verano del 2009 donde nos plantamos en el Hotel Maritim de Los Realejos (aunque casi-casi del Puerto de la Cruz porque si no me equivoco el teléfono lo tienen "mirando" pa mi pueblo), bajamos el ascensor, nos sentamos en un sillón delante del comedor y esperamos a que aparecieran los jugadores de nuestro bendito equipo uno tras otro para sacarnos una foto. El Athletic había ido a jugar el Trofeo Teide a la isla. Son infinitos recuerdos preciosos e inolvidables que se quedarán grabados durante el resto de mi existencia.
Siempre lo he dicho. El día que me vaya "pa donde muchos han ido y nadie ha vuelto... desgraciadamente" quiero hacerlo vestido con el equipaje del Athletic y con la bandera rojiblanca y la ikurriña rodeando el féretro... y por supuesto con el himno del Athletic sonando a todo volumen mientras me velan... o se agarran un vacilón pensando en lo serio y raro... o cachondo y chachi que era Iñaki.
Y lo dejo aquí porque me ha entrado nuevamente la bajona... ¡¡Dios sólo creó un equipo único, el Athletic!! ¡¡Con cantera y afición no hace falta importación!! ¡¡Y gracias aitatxu por convertirme en rojiblanco de San Mamés de por vida, es una bendición!! ¡¡Aúpa Athletic hasta el infinito!!
P.D: En la imagen que ilustra este artículo mi aita (en Lezama, año 81) con dos mitos del Athletic: Andoni Zubizarreta y José Angel Iríbar "El Txopo".
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