Nos situamos en la temporada 93-94. Semifinales de La Copa del Rey. Partido de Ida en Balaídos. Celta 3-Tenerife 0. En el banquillo gallego encontramos a un ilustre en la historia del Athletic, Txetxu Rojo. Dirigiendo al conjunto isleño estaban un dúo de engañabobos, Jorge Valdano y Angel Cappa. Termina el encuentro y el señor Cappa, más quemado que la moto de un hippy porque no fueron capaces de sacar un resultado positivo, afirmó que "el juego del Celta me produce urticaria. Fueron muy mezquinos".
Han pasado casi 20 años y la historia se vuelve a repetir... desgraciadamente en nuestro Athletic. Con diferente protagonista, pero en el fondo con personajes que llevan tatuado a fuego en su pensamiento el rollo del buen juego por encima de todo... por mucho que el señor Bielsa al final de sus comparecencias de prensa señale que no quiere poner excusas a las derrotas. Primero lanza la piedra y luego esconde la mano. Más claro el agua y quien no quiera verlo que se ponga gafas de aumento.
Apunten: "Tal vez un poco de mezquindad hubiera resuelto el partido a nuestro favor", argumentó nuestro entrenador. Mal asunto, muy malo, cuando el inquilino del banquillo achaca los problemas propios al rival y habla de mezquindad. Este término significa: "Avaricia, tacañería, ruindad, falta de nobleza, teniendo de sinónimo a la cicatería, escasez, miseria, pequeñez, roña o sordidez". Es decir, Bielsa se pasó tres pueblos e insultó al Lyon. Además, que yo sepa, la escuadra francesa ni fue avaro, tacaño, ruin.... Jugó con sus armas... y lo más importante aprovechó las ocasiones de las que dispuso y se llevó el gato al agua. ¿Nosotros tuvimos más oportunidades y no las metimos?. ¿De qué sirve lamentarnos y excusarnos? De nada porque lo verdaderamente trascendental es meter la bolita en la portería adversaria. Lo demás son auténticas pollabobadas.
Ojalá ganemos todos los partidos que restan y quedemos campeones de Liga. Ojalá ganemos los nueve puntos que necesitamos en Europa para plantarnos en los 16ª de Final. Ojalá ganemos al Eibar, Málaga, Barca y Madrid en Copa y juguemos La Final. Ojalá ganemos el triplete (sería capaz de darle un beso en la boca a don Marcelo si eso sucede) Sin embargo, lo que no se puede negar es que llamar mezquino al oponente es un insulto y desviar atenciones de un Athletic, el suyo y el mío, estimado lector, que sólo ha ganado dos partidos de once (sin sumar las dos previas de La Europa League). Esto es una verdad absoluta. Lo de la mezquindad es muy subjetivo aparte de una vejación.
P.D: Ya sé lo que me puede espetar algún avispado lector "que lo de mezquindad no va dirigido al Lyon". ¡¡¡Ja, Ja... y más Ja hasta que me salga un agujero en el estómago!!!. No soy muy listo, pero tampoco gilipollas perdido.
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