Pero claro, amigo lector, la clave reside en que Marcelo Bielsa arengó a sus pupilos en esta oportunidad con la presencia en la caseta de un monologuista a diferencia de lo que hizo en la antesala del choque ante el Atlético de Madrid donde acudió un mago. Y encima el monologuista era de La Real. Es decir, fallo por partida doble. ¡¡¡Inadmisible Don Marcelo!!! Esta semana que acuda nuevamente el mago al vestuario y ya verán cómo en Málaga ganamos 0-4... de calle.
De los goles encajados ya lo decíamos ayer... sin descubrir evidentemente la pólvora. Si el Athletic no muestra fortaleza defensiva, la victoria se antoja más complicada que subir el Padre Teide hasta el mismo pico. Y así ocurrió. Nos comportamos como auténticas muñequitas barbis con la inestimable colaboración de un Gorka Iraizoz que dio pena y lástima y nos cayeron cuatro boliches con suma facilidad. Fue sencillamente bochornoso. Y el aficionado rojiblanco se quejó con todas las de la ley. Iraizoz cantó más que Plácido Domingo y mereció la reprobación del respetable... aunque no sé de qué se alarman porque acumula una lista interminables de grandes temas musicales. Sin embargo, no debemos focalizar. Repito, amigo lector, hagan caso a Bielsa y no focalicen...
Y qué decir de las ocasiones desperdiciadas. Pues que no sirve de nada disfrutar de unas cuantas clarísimas y no meterlas. Lo que cuentan son los goles. Lo demás, es patraña dura, pura y cruda.
Vamos a Málaga. Ya le decía un servidor en twitter a Carlos Cariño, corresponsal de As en La Rosaleda, que lo mejor es que no se presente el conjunto andaluz. Que nos den los puntos por ausencia. ¡¡¡Ay mi madre que esto se va acabando y el descenso nos acecha!!!... aunque tranquilidad, volverá el mago y ganaremos.
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