La catarata de acontecimientos extradeportivos que han caracterizado a nuestro Athletic desde el mes de julio de 2012 han eclipsado otras situaciones de similar importancia, pero que desgraciadamente han quedado empequeñecidas.
Una de ellas es "la decadencia" que ha sufrido Gaizka Toquero en el presente curso. Apenas ha acaparado la atención de los medios de comunicación, sobre todo en los últimos meses, y lo peor es que el principal perjudicado por su ausencia es el propio Athletic.
Toquero es un buen futbolista... mejor de lo que muchos creen. No es sólo garra, casta, coraje... en el terreno de juego. Sus virtudes van más allá. Tiene un centro en carrera que debería ser envidiado por muchos compañeros de la liga de las estrellas. Es decir, técnicamente no es un patoso como algunos pregonan. Lo que sucede es que unos nacen con estrella y otros nacen estrellados. Y me explico. No malinterpreten mis palabras. A algunos que son unos petardos los venden de p.m. y a otros que poseen condiciones los relegan a un segundo plano. Y si encima llega un entrenador que a las primeras de cambio te quiere patitas en la calle (¿recuerdan lo que dijo Bielsa a Amorrortu en julio de 2011? Pues le dijo que no quería a Toquero; contestando el director deportivo que "ni locos podemos desprendernos del delantero de Gasteiz porque nos linchan") pues apaga y vámonos.
La temporada pasada Toquero entraba en los planes de Don Marcelo con cierta frecuencia, pero en el vigente ejercicio si te he visto no me acuerdo. Y lo dicho, si otros problemas van ensobreciendo tu figura...
En fin, amigo lector y amigo aficionado al mejor equipo del mundo, nos estamos perdiendo el concurso de un buen futbolista. Un jugador que alcanza siempre el seis (haciendo una valoración del uno al diez) y que en muchas ocasiones llega al siete... e incluso al ocho. Continúa trabajando estimado Toquero. Creo que la etapa Bielsa se acaba en apenas unos meses...
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