viernes, 7 de junio de 2013

JAVI GONZALEZ: "LA CATEDRAL ES ETERNA"



San Mamés, La Catedral del Fútbol Mundial, se despidió para siempre... Bueno, para siempre no porque nuestro próximo santuario está muy cerca e incluso una grada, la del Arco, se mantiene, nueva evidentemente, y en sentido inverso. Y los acontecimientos vividos en la última cita fueron inolvidables. Se disputó un partido entre el Athletic y una selección vizcaína y... muchas otras cosas que nos cuenta Javi González, integrante del conjunto bilbaíno durante una década (97-2007).

Nuestro bendito templo se nos va...
Nunca habrá otro estadio como San Mamés. Es irrepetible.
  


Fue una jornada de emociones fuertes ¿qué siente un rojiblanco de pro al saltar nuevamente a La Catedral?
Estaba muy nervioso, emocionadísimo. Súper feliz de ver a tanta gente dándonos su cariño. Fue mágico.


En los momentos previos departirías con ex compañeros y viejas glorias ¿cuál fue la imagen o el comentario que quedó grabado en tu memoria para siempre?
Siempre es precioso recordar momentos. Yo recordé con Imanol Etxeberría mi primer gol a La Real en un derbi con San Mamés a reventar. Le expliqué todo. Centro de Larraínzar, yo entro en carrera y golazo de cabeza... jajaja. Me emocioné y todo contándolo.



Por ejemplo, te ves al lado de Iriondo, Iríbar o Dani por citar tres leyendas y...
Estuve con los tres. A Dani e Iríbar les dije que fue preciosa la ovación que les dio la afición.



¿Imaginabas esta coyuntura cuando eras txikia?
Siempre tuve el sueño de ser futbolista y pude cumplirlo. Jugar en el Athletic es único.


La Catedral es...
Eterna.


¿Qué se siente cuando saltas al verde de San Mamés y suena el himno?
Das las gracias a Dios y piensas, "Ojalá este sueño no acabe nunca".


¿Es cierto que el empuje de la afición rojiblanca ha ganado muchos partidos?
Muchísimos. Sacabas fuerzas de donde no tenías. Que lleves el balón y la gente animase más y más era una pasada. 


¿Tu mejor recuerdo en nuestro centenario estadio?
Mi primer gol en un derbi contra La Real. Quería llorar de alegría por cumplir mi sueño, pero me aguanté. Eso sí, me costó muchísimo.



¿Perderemos el embrujo o los escasos cincuenta metros que nos separan del Nuevo San Mamés serán de gran ayuda?
El Nuevo San Mamés será mágico desde el primer día. Estoy deseando verlo lleno y rugiendo.
 


Y la tardanza en concretar los actos de despedida fue notoria. Sin embargo ¿salió todo a la perfección?
El final fue maravilloso.

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