Lo que estaba cantado se va a cumplir. Valverde va a dirigir al Athletic la próxima temporada. Y en principio un servidor está contento. Creo que es un entrenador sin fisuras, amante del fútbol de ataque pero que ha aprendido a que el aspecto defensivo debe ser tratado en su justa medida, conoce el Athletic a la perfección, habla claro en las ruedas de prensa y no se enrrolla como una persiana contando historias para no dormir, sabe llevar un vestuario, hizo una gran labor en su primera etapa, es impermeable en sus decisiones, no se deja maniatar (que se lo pregunten a Lamikiz)... estos son algunos parámetros que conocemos de el Txingurri. La duda que me queda es saber si su conducta sufrirá permutas porque se va a topar con unos colegillas que viven en su mundo. Uno, Urrutia, que no tiene ni puñetera idea de lo que dirige. Otro, Larrazábal, que sueña con los angelitos sin quitarse la corbata. Y el que queda, es decir, Ziganda, que es el Bielsa en versión navarra. Los tres fueron sus compañeros en el conjunto rojiblanco en los años 90. ¿Si Valverde ve cosas que no le gustan tragará, dará un golpe sobre la mesa... o se irá por donde mismo vino?
Quizás mañana en su regreso podremos vislumbrar por donde va a transitar su proyecto. Si subsana los errores infantiles en la retaguardia podemos soñar con hacer algo importante. ¡¡¡Mucha suerte Txingurri!!!
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