lunes, 16 de septiembre de 2013

A MI AITA



Se inaugura San Mamés y yo no podré estar con mi aita. Lo lamento muchísimo. Me duele en el alma. La tristeza es enorme y la impotencia es... ¡¡¡imagínense!!!

Mi aita me enseñó a amar al Athletic desde txikia. Me transmitió lo que él siente por nuestro bendito equipo, afortunadamente me contagié y yo lo llevo con mucho orgullo en mi pueblo, el Puerto de la Cruz. Ser del Athletic es lo más grande que hay en el mundo. No se puede describir con palabras el sentimiento que invade a uno cada vez que hablamos del Athletic, escuchamos el himno.... El corazón se dispara a infinito por hora y lo reconozco se nos escapan las lágrimas. ¿Y a quién le debo todo esto? Pues a mi aita.

Recuerdo cuando era muy pequeño y mi aita me contaba que vio el Athletic 5-Manchester 3 de La Copa de Europa de la temporada 56-57 subido en una caja de coca cola en La Catedral, recuerdo cuando mi aita me hablaba de un auténtico mito llamado Don Telmo Zarra y cuando lo visitamos en su tienda de Rodríguez Arias a finales de 1983 (había que bajar unas escaleras), recuerdo cuando mi aita me citaba de carrerilla los cinco magníficos, Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza o aquella histórica alineación de Los Once Aldeanos compuesta por Carmelo, Orúe, Garay, Canito, Mauri, Maguregui, Artetxe, Markaida, Uribe, Arieta y Gaínza, recuerdo cuando mi aita me comentaba emocionado los recibimientos en Bilbao cada vez que ganábamos un título, recuerdo cuando estuvimos en el Estadio Insular en el año 83 viviendo en directo la Liga que conquistamos ante la U.D y con todos los integrantes del conjunto rojiblanco en el Hotel Reina Isabel celebrando el título, recuerdo cuando fuimos a Madrid en 1984 a ver la final de Copa ante el Barca que ganamos 1-0 con gol de Endika... recuerdo muchísimas cosas bonitas e inolvidables con las que podría escribir un libro. Mi aita es cien por cien Athletic y desgraciadamente no podrá ver el partido esta noche. Y a un servidor le duele en toda su alma.

 
La vida es así. No queda otra que luchar como un auténtico león de San Mamés. Y mi aita lo hace cada día. Yo intentaré que jamás olvide a su Athletic, a su querido Athletic. A ese bendito sentimiento al que le profesa un cariño infinito.
 
Te quiero txapeldun. Y esta noche ganamos seguro. Y mañana nos fundiremos en un abrazo que tendrá un significado muy especial. Será un abrazo Athletic cien por cien porque cada día que nos vemos te abrazo y te doy un beso para que recibas el tremendo cariño que te mereces. Te adoro aitatxu.
 
P.D: La foto que ilustra este artículo pertenece a la celebración de la Liga alcanzada en Las Palmas en 1983. Arriba de izquierda a derecha: mi primo Francis, mi aita Jose Antonio y el presidente Pedro Aurtenetxe. Abajo: Javier Clemente, un servidor y Dani.
 

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