sábado, 25 de enero de 2014

LACRUZ: "NO ES FACIL A NIVEL MENTAL JUGAR MUCHO TIEMPO EN EL ATHLETIC" ( II )




Debutas muy joven en Osasuna.
Tenía 17 años recién cumplidos. Faltaban dos jornadas para que acabase la liga, el primer equipo no había conseguido el objetivo de ascender y subimos tres jugadores del filial, entre ellos Santi Ezquerro.

 
Era una época de total inestabilidad por el Sadar.
Realmente te das cuenta de eso mucho más tarde porque en aquel momento la ilusión por jugar al fútbol y disfrutar de esa experiencia que te brindan, está muy por encima de todo.


Y en 1997 fichas por el Athletic. ¿Cómo se desarrollan los acontecimientos?
Eran unos años de mucha inestabilidad. Osasuna está a punto de descender a Segunda B y se precipita el fichaje de Txomin Nagore y el mío por el Athletic. Después de un final de liga milagroso conseguimos la permanencia y el entorno empieza a preocuparse por nuestro fichaje, algo que los dirigentes en ese momento ya habían realizado. 
 

Se produce la llegada de jugadores importantes a Bilbao (Alkorta, Lasa, Ferreira...).
El Athletic confecciona una gran plantilla porque entre la gente tan contrastada y de tanto nivel nos unimos gente que veníamos a abrirnos un camino en la Primera División. Formamos un grupo muy fuerte que fue la base de unos años importantes para el club.
 

Fue llegar y besar el santo. Debutas en la jornada tres ante el Atlético en La Catedral y de repente te ves enfrente de Kiko y Juninho.
Fue un momento inolvidable. De esos de los que cuando ha pasado el tiempo das gracias por haberlos vivido. Tener la suerte de compartir vestuario y jugar en contra de gente que hasta hace muy poco los veías tan tan lejos. Un proceso de maduración express.
 

¿Qué significó la conquista del subcampeonato liguero?
Algo muy grande, aunque empiezas a valorarlo transcurridos unos años, pues sufres la dificultad de estar arriba en la clasificación. Era mi primer año y aún no era muy consciente de lo que conseguimos.
 

Con 20 años te estrenas en La Champions.
Tuve la suerte de jugar bastantes partidos. Especialmente recuerdo los dos contra La Juve en los que tuve dos ocasiones claras de hacer gol y no lo conseguí. Un compañero me decía que si hubiera metido esos goles, aún estaría dando charlas del Athletic por todos sitios. Bromas que nos gastábamos.
 
 
Durante las siguientes seis campañas juegas una media de 27 partidos ligueros. Tu asentamiento en el Athletic era notable.
Conseguí a base de profesionalidad hacerme un hueco en el equipo con más o menos importancia.
 

En 2000 logras la Medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Sydney.
Estábamos con Txetxu Rojo de pretemporada. Dani Aranzubia y yo estábamos seleccionados para ir a Sydney. ¡¡Vaya experiencia!!, de las mejores de mi vida. Estar tan lejos de casa en una competición en la que tienen que coincidir muchas cosas para que siendo jugador de fútbol puedas competir en ella fue algo muy chulo. Menos mal que avanzamos en la competición y pudimos saborear el ambiente de Sydney porque en las primeras fases estás alejado de allí (Adelaida, Melbourne). Aunque lo mejor de todo fue poder compartir vestuario con lo que en el futuro se convertiría en la mejor generación del fútbol español (Xavi Hernández destacaba por encima de todos).
 

En el curso 2004-2005 disputas las semifinales de Copa ante el Betis. ¿Cómo se vivió aquella derrota?
Fue muy duro porque nos creíamos merecedores por juego de esa final tanto en la ida en Sevilla como en la vuelta en Bilbao. Fuimos mejores que el contrario, pero esta es la grandeza del fútbol. Dos y dos a veces no son cuatro y los penaltis no hicieron justicia .
 

Y aparece el bienio negro. ¿Qué medicina les dio Javier Clemente para zanjar una situación clasificatoria problemática en la temporada 2005-2006?
El equipo hizo un ejercicio de profesionalidad descomunal. Desde el inicio de la temporada las cosas no salieron como quisimos y sufrimos un cese de entrenador, un suceso a mi entender que es muy frustrante para el jugador. Después a base de trabajo y profesionalidad conseguimos sacar un año muy complicado.


¿Por qué abandonas el Athletic con 28 años?
Cuando salgo del Athletic llevo nueve temporadas e iba a empezar la décima. Jugar en el Athletic durante tanto tiempo y hacerlo con la regularidad de partidos que había jugado, no es nada fácil a nivel mental, y si eres un poco consecuente con tu trabajo desgasta mucho. Tuve la oportunidad de ir a un buen club donde encima estaba un entrenador (Valverde) que lo conocía y había disfrutado a sus órdenes. No me lo pensé. Son momentos que la vida te los pone delante y no puedes decir que no.
 

En el Espanyol "alcanzas" la gloria europea.
Ese equipo, desde el primer partido de la liguilla de Uefa, tenía súper claro que quería esa Copa. Tengo la imagen de la típica charla de reunión del once que empieza justo antes de que pite el arbitro el inicio y allí las palabras que se decían, las expresiones corporales de los jugadores eran de verdad, de las que el que no pensaba lo mismo se iba a quedar descolgado del grupo y esa fuerza nos llevó hasta la final. Allí nos enfrentamos al mejor Sevilla y nos quedamos a las puertas de la victoria, con una sensación parecida a la de la semifinal con el Betis de la que hemos hablado antes. Merecimos ser campeones, no perdimos ni un partido en toda la competición.
 

Y tras jugar en el Real Unión finiquitas tu carrera deportiva en 2012. ¿A qué te dedicas en la actualidad?
El tiempo es el mayor juez, bueno y las lesiones también. Cuando ya no estás en tu mejor nivel, no pasa nada por seguir disfrutando de tu profesión a otro nivel. He disfrutado mucho en Irún y he podido alargar mi carrera futbolística. Ahora estoy echando a andar un proyecto muy ilusionante que tendrá de nombre Nainere, que espero me tenga muy ocupado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario