Un humilde servidor está libre de sospecha. He repetido hasta la saciedad que el trabajo de Valverde es intachable. Está completando una labor excepcional y los buenos resultados no son producto del azar, ni tampoco tiene una flor en el culo. Sabe perfectamente lo que se trae entre manos y sabe aplicarlo en el terreno de juego.
Sin embargo, si quien escribe considera que debe criticarlo... así lo hará. Y llegó el momento. El Athletic perdió ante el Atlético porque El Txingurri no supo "recomponer" a su equipo tras ir ganando 1-0 y tras ir empatando a uno. Y me explico.
Si te adelantas ante un rival de la envergadura de los colchoneros (no olvidemos que es el líder) no puedes continuar atacando y atacando... descuidando la faceta defensiva. Y si te empatan, no puedes descomponerte y dejar huecos en retaguardia por un tubo... porque ese puntito hubiese sido de oro.
El inicio de la segunda parte con empate a uno en el electrónico fue una auténtica locura. No entendí el desorden que invadió al conjunto bilbaíno. Parecíamos alevines. Estábamos amontonados prácticamente todos los jugadores en un sector del césped dejando vía libre al oponente. Eso sucedió en el segundo gol colchonero. Y claro ellos no perdonan...
Y no se confundan. No quiero decir que si vas ganando o empatando metas a los once jugadores dentro del área. Nada más lejos de la realidad. El Athletic debió plagiar lo que hizo el Atlético con el 1-2, es decir, Simeone retrasó a sus hombres de vanguardia a la línea de mediocampo cerrando cualquier escape de agua que se pudiese generar. Y a partir de ahí, aprovechando nuestro desconcierto, el Atlético realizó contraataques con peligro. Ahí radicó la gran diferencia, saber jugar con el marcador. El Atlético supo hacerlo a las mil maravillas. En cambio, el Athletic se disparató en el momento más inoportuno. Y el culpable fue Valverde.
Además, tal y como me comentaba un buen amigo, no dimos ni una patada... en el buen sentido de la expresión. Quiero decir que no supimos romper sus ideas en mediocampo haciendo la típica falta táctica. Fuimos muy blanditos. Y si a eso unimos que Iturraspe fue un amigo cojonudo del Atlético (no es la primera vez) y que Diego Costa mareó a San José... pues apaga y vámonos.
Lo dicho, Valverde perdió este partido. Con la victoria 1-0 o incluso con el empate a uno frente a un oponente de este nivel debemos emplear la cabeza y no lanzarte a la aventura dejando auténticas autopistas en defensa.
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