Esta frase tenemos que aplicarla al momento que vive el Athletic en las últimas horas. Tras la derrota en el Nou Camp da la sensación de que nuestras opciones Champions se han precipitado al cubo de la basura... y me parece una torpeza optar por ese camino totalmente equivocado.
Realidad innegable. Seguimos cuartos. ¿A tres puntos del quinto? Sí ¿y qué pasa? Nosotros llevamos la voz cantante. Y ya sé que el próximo visitante de La Catedral es precisamente nuestro más inmediato perseguidor, el Sevilla. Pero ellos son los que deben estar enormemente preocupados por el difícil envite que deben afrontar. Nosotros partimos con muchísima ventaja porque jugamos ante el amparo de nuestro bendito público. Además, repito, los nervios deben invadirles a ellos. En cambio, el Athletic debe mostrar su fortaleza ahora más que nunca. Lidera la otra liga y no puede fallar.... ¡¡¡No va a fallar!!!
En un pasado muy reciente, la actuación del Athletic en el Nou Camp hubiese sido elogiada hasta límites insospechados. Los pelotas de turno se hubiesen dado gusto: el Athletic jugó sin miedo, dispuso de infinidad de oportunidades, siempre miró a la portería contraria... ¡¡¡Agüita primo, se hubiesen quedado desnuditos y con sumo gustito ante uno que yo me sé!!! Sin embargo, la excelente imagen ofrecida por el Athletic en Barcelona se ha quedado en un "casi se consigue". Estos lameculos de Bielsa se están retratando ellos mismos. Lo dicho, pandilla de lameculos. Y por cierto, el bilbainismo de uno que yo me sé, Director Adjunto de un periódico, me lo paso por el arco del triunfo. ¡¡¡Es más falso que un billete de 300 euros!!!
Este domingo viviremos una jornada mágica en el Nuevo San Mamés. Vamos a ganar al Sevilla y dejaremos prácticamente sentenciada nuestra clasificación Champions. Daría millones por acudir al partido. ¡¡¡Goazen Athletic. Eres lo más grande que hay en el mundo!!!
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