Hace apenas unos días se conmemoró el 30 Aniversario del último título liguero alcanzado por nuestro Athletic. Sucedió un 29 de abril de 1984 en La Catedral. Nuestro bendito equipo superó a la Real Sociedad por dos a uno en un partido donde los nervios atenazaron a los jugadores rojiblancos, pero dos inolvidables goles de Rocky Liceranzu dejaron el título en el Botxo y alegría de nuestro pueblo fue monumental. Aquello fue grandioso.
Y lo dicho, han pasado 30 años y el destino ha querido que el Athletic celebre una clasificación Champions... ante la Real Sociedad. Lo más lógico y evidentemente justo sería que nuestro presidente Josu Urrutia optara por organizar un homenaje a los últimos txapeldunes del Athletic en la previa del derbi. Creo que no se requiere trabajar mañana, tarde y noche para preparar este tributo. Un teléfono, ganas de contactar con los ex jugadores... y por ejemplo que salten en los prolegómenos del choque ante la Real, saluden a la afición y den una vuelta de honor ante un respetable que aplaudirá emocionado a un equipo que completó una época gloriosa.
Señor Urrutia, en días electorales su grupo alardeó de Gure Estiloa. Pues demuestre el palique que soltó por el morro y acuérdese de los últimos campeones del Athletic. Se merecen un reconocimiento con creces.
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