Hace apenas unas horas un literato que se cree que sienta cátedra cuando se manifiesta, escribía que Valverde recogió una buena herencia de Bielsa. Y uno se quedó alucinando porque esa afirmación es una mentira de las grandes.
Centrémonos. Cuando Txingurri arriba al Athletic se topa con una plantilla sumida en muchos problemas con su técnico y con el coco totalmente virado. Estaban hasta los mismísimos cojones de Bielsa y la tarea no era fácil para el míster entrante. Además, en lo meramente deportivo nuestro bendito equipo coqueteó con los puestos peligrosos arrojando un balance defensivo absolutamente desastroso sin olvidar el capítulo bochornoso copero ante el Eibar y la eliminación prematura en Europa. Le pese a quien le pese, éste era el dibujo que se encontró el Txingurri en la pizarra del vestuario de Lezama.
Sin embargo, llegó Valverde y ha ejecutado un trabajo descomunal llevando al Athletic a un cuarto puesto con participación en Champions. Transmitió tranquilidad y convencimiento a una plantilla que estaba rota en mil pedazos, impuso la naturalidad...y sobre todo ha aplicado toda su sapiencia. Su labor es sencillamente inmensa y sin alharacas ni verborrea barata en las ruedas de prensa está trazando unos números en Bilbao que únicamente merecen un elogio tras otro. Y lo está consiguiendo con buen fútbol. Con un juego vertical, rápido, directo...sin olvidar en ningún momento la parcela defensiva, aspecto que el Txingurri se ha percatado es clave para alcanzar una clasificación histórica.
En fin, el personaje que diga que Valverde recogió una buena herencia de Bielsa o se ha aprovechado de cuestiones del técnico argentino miente como un cosaco. La herencia fue envenenada por el ambiente que reinaba y el Txingurri ha aplicado sus métodos. Quiere ver la portería adversaria...pero no descuida la propia.
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