martes, 23 de diciembre de 2014
A MI AITA JOSE ANTONIO
Hace un rato he pasado un ratito contigo. Desgraciadamente, creo que no te has dado cuenta, pero yo lo he pasado genial. Te llevé la bandera del Athletic y creo que tampoco te percatas del tema, pero me hacía muchísima ilusión sacarnos una foto con los colores del equipo que me enseñaste a amar con el corazón que lo demás me da igual. La imagen representa el cariño inmenso que le profesamos al Athletic, ese bendito equipo al que seguimos acudiendo en infinidad de ocasiones a Las Palmas, a Madrid a ver una final de Copa a Madrid, a San Mamés a ver un Athletic-Liverpool, a los hoteles de concentración a visitar a los jugadores, al despacho del presidente Aurtenetxe cuando fui contigo la primera vez a Bilbao en 1983... recuerdos imborrables que permanecerán en mi retina para siempre. Tu, mi padre y con infinito orgullo lo digo, hombre bueno, serio, recto y honrado a carta cabal, pero con unos sentimientos enormes y con un corazón sensible aunque no lo aparentes.
Gracias, muchísimas gracias por transmitirme los valores que adquiriste en nuestra bendita Euskadi... pese a que no te llegue ni al talón de los zapatos. Aún estando jodido, tu grandeza es infinita. Tan grande como el Padre Teide, esta bendita tierra canaria a la que llegas en 1959 y en la que te integras con lealtad, honestidad y trabajando a destajo... sin olvidar a tu querido Bilbao, tu querida Calle La Ronda, tu querido Athletic...
Te quiero con todo mi corazón. Ojalá yo tuviese lo que tu tienes y tu pudieses estar gozando de la vida y acudiendo a los partidos de tu Athletic, nuestro equipo, nuestro sentimiento, ese sentimiento que late muy fuerte en nuestro corazón. Jamás podré agradecerte lo que has hecho por mí en esta vida y lo que amo al Athletic. Tengo una ilusión y espero cumplirla. Difícil, pero no imposible. Ir al Nuevo San Mamés con aitite Jose Antonio y mi hija Nagore. Sencillamente te quiero Txapeldun.
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