CARLOS RUIZ. Último Pichichi en la historia del Athletic. Lo consiguió en la temporada 74-75. Ex jugador rojiblanco durante once años y del Espanyol, nuestro próximo rival en la Copa. Desde su consulta de medicina en Getxo, siempre está atento a la actualidad del equipo de sus amores.
Por la mínima, pero tres puntos de oro en Ipurúa.
Por supuesto. Después de caer en la Europa League y con la amenaza de los puestos de abajo, es el mejor bálsamo para curar heridas.
¿Por qué supone una empresa complicada meter un golito? ¿Ansiedad, tensión, nervios, falta de acierto...?
Ya sabemos que la tarea de meter goles es la más difícil en un equipo (por eso los goleadores son codiciados en todos los equipos), pero aún así, hasta los mismos goleadores tienen sus rachas, no es tan fácil. Lo importante es que haya más gente que se apunte a esa tarea (los tres últimos goles los han metido tres defensas) Y es cierto que hay muchos factores que intervienen en la dificultad del gol. En nuestro caso han desaparecido de esa faceta jugadores que el año pasado contribuyeron en gran manera en la realización de los goles: Ibai y Mikel Rico por ejemplo.
Gurpegui manifestó por enésima vez "aquí sigo yo para lo que me necesiten".
Nadie puede dudar de la profesionalidad de Carlos Gurpegui a pesar de su edad y de las lesiones que ha sufrido que le pueden mermar en su aportación de minutos al equipo. Todos los entrenadores que ha tenido han resaltado la labor de Gurpegui tanto dentro como fuera del campo en el buen funcionamiento del grupo.
Las imágenes fueron claras y mostraron nuevamente que nuestros jugadores tienen pánico a la hora de dar un patadón de 30 o 40 metros con cesiones peligrosas a Iraizoz. ¿Qué sucede en este sentido?
El equipo lleva ya varios años en los que se pretende sacar el balón jugado desde atrás y quizás hay veces que por ese motivo se pierden balones peligrosos e incluso nos ha costado más de un gol. Una cosa no está reñida con la otra y al final la decisión es del propio jugador que tiene que valorar el peligro de la zona donde se juega en el campo y la necesidad de dar un patadon o seguir la jugada en corto.
¿Cómo ves a los chavales? Williams, Guillermo, Unai López...
Yo los veo bien. Son jugadores jóvenes que se tienen que ir haciendo a la categoría y necesitan minutos. Además, según nuestra filosofía es lo que se ha hecho siempre y somos centenarios. Aportan ilusión y aprietan a los que están por delante que siempre es bueno.
Con dos victorias consecutivas y 30 puntos en el casillero ¿se otea el horizonte con otro ánimo?
Está claro que a nadie le gusta jugar en el filo de la navaja mirando más para abajo que para arriba. Por lo tanto, ese respiro es importante y más con lo que nos viene esta semana.
¿Podemos doblegar a un trasalántico llamado Real Madrid?
Todo es posible en fútbol y no hay más que mirar a la hemeroteca para confirmarlo, pero nadie se puede llegar a engaño que es difícil no imposible.
En Liga disputas nueve partidos ante el equipo blanco anotando cuatro goles en San Mamés. ¿Qué recuerdos tienes de estos partidos?
El mejor recuerdo fue en la temporada que venía el Real Madrid invicto en las trece primeras jornadas de liga y les ganamos 1-0 con gol mío (centro de la izquierda de Fidel Uriarte, controlo con el pecho al borde del área grande, le hago un sombrero a Benito que venía a cortar el balón y sin caer el balón golpeo cruzado al otro lado del portero). La gente decía que se les hizo eterna la jugada porque parecía que no iba a chutar nunca.
Sin embargo, en apenas dos días tenemos una cita histórica. ¡¡¡Nos jugamos el pase a la final de Copa!!!
Espero que tras la inyección de moral de este fin de semana, los ánimos nos hagan llevarnos la eliminatoria. Si conseguimos que Sergio no reciba balones y no tenga una buena noche, habremos ganado mucho porque es el factor más importante que ellos tienen en su faceta ofensiva.
¿Puede ser una losa pesada el gol encajado en Bilbao?
Es un resultado que nos obliga a ir a ganar porque no podemos jugar al empate que nos podría dar la prórroga o la eliminatoria si es a dos. Tenemos que ir a meter un gol mínimo, pero no creo que sea una losa pesada.
En 1981 fichas por el Espanyol. ¿Cómo se concreta tu llegada a Sarriá?
Tanto Villar como yo habíamos hablado con el club que no seguíamos y a partir de ahí se puso en contacto conmigo el Español. Lo hablamos en casa y decidimos aceptar la oferta de dos años en Barcelona. Yo había acabado la carrera de medicina y en la medicina del deporte la ciudad era de las adelantadas en España por lo que pude empezar en la especialidad.
Te encuentras con algunos ex rojiblancos.
Pues sí. Estaban el entrenador que era Maguregui y Javier Escalza con quien ya coincidí en el Athletic (vivíamos en el mismo bloque). Después vino Murúa, creo que del Almería, y los tres matrimonios solíamos vernos y salir juntos.
Y no podemos olvidar la eliminación en la Europa League. Dos preguntas en una. ¿Decepción o fracaso? ¿Valverde supo manejar los momentos del partido de vuelta y jugar por ejemplo con el 2-2 que concedía la prórroga?
No se trata de fracaso porque está un poco en consonancia con lo que está haciendo el equipo que no esta teniendo una regularidad esta temporada. Tuvimos demasiados fallos y les facilitamos las cosas. Aun así, no supimos manejar los tiempos del partido cuando empatamos las dos veces. Nos pudo la ambición y descuidamos el aspecto defensivo.
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