CARMELO RODRIGO CALVO. Licenciado en Derecho. Socio del ATHLETIC desde 1980.
Se acerca el momento más esperado. La emoción se palpa en todo Bilbao.
No sólo en Bilbao; toda Vizcaya está “en pie de guerra” a raíz de la Final de Copa. Autobuses, fachadas, edificios emblemáticos, escaparates… nos impide olvidarnos de la cita de este próximo sábado. En ese sentido, las cosas han cambiado muy poco –afortunadamente-: las finales se vivían por aquí con gran intensidad hace 40 años…y hace 80, recordando lo que me contaba mi padre.
Eres un hombre que te relacionas con mucha gente. ¿Qué comentario se te ha quedado grabado a la hora de por ejemplo ir a tomar café a un bar?
En general, el ambiente de euforia que se respira entre los aficionados. “Esta vez, sí”, es una frase que se escucha con frecuencia estos días. Me parece bien porque, aunque difícil, es posible: el fútbol no son matemáticas, a Dios gracias. En particular, me quedo con el símil automovilístico que hizo el otro día un buen amigo: el Athletic es un “McLaren” y el Barsa un “Ferrari”; lo normal es que nos gane por calidad de vehículo pero, si ese día nuestro coche funciona a la perfección y el suyo “tose”…¡¡¡ojito!!! Gráfico y realista…
¿No se equivocó aquel que dijo que el Athletic es diferente y único en el mundo?
Quienes me conocen saben que siempre afirmo que el Athletic es diferente; ni mejor ni peor, simplemente distinto. No estoy descubriendo la pólvora con esto, puesto que es una realidad palpable y demostrable ante todos. Esa “diferencia” se transmite a los aficionados, que la aceptamos y acarreamos con las consecuencias –buenas o menos buenas en ocasiones- que conlleva.
Vamos al partido. ¿Cómo se supera a este F.C Barcelona atestado de estrellas?
Concentración de principio a fin para evitar cometer errores de bulto, y coger el sitio, la distancia al Barsa en la zona de presión. A esto debemos añadir la necesidad imperiosa de que el tridente Suárez – Messi – Neymar tenga el día “tonto”, y una inyección de suerte, tan necesaria en el fútbol y en la vida diaria. Como ves, muchos requisitos para vencer al mejor equipo del mundo a día de hoy, pero no es imposible ni mucho menos.
¿Una de las claves puede ser no encajar gol en los primeros minutos?
Esa es “la” clave, Iñaki. La experiencia nos dice que cualquier equipo inferior complica la vida al superior mientras no le permite “abrir la lata”. Y eso que el Barsa de estos años se ha caracterizado por su paciencia, por no perder el sitio ni el esquema de juego aunque transcurran los minutos sin goles. Pero mantener nuestra portería “virgen” durante muchos minutos sería un paso de gigante, de cara a tener opciones de triunfo.
¿Jugar en su campo es una clara desventaja?
No se qué decirte. Como punto de partida, el Barcelona es un equipo dificilísimo en su casa, en la nuestra o en campo neutral. No cabe duda que conocen al dedillo su terreno de juego, las medidas a la hora de los desplazamientos de balón y jugadores, etc y es evidente que eso les da un plus de ventaja. Personalmente, no he sido crítico con la elección del campo pues no lo veo tan determinante de cara al resultado final, y por el contrario su gran capacidad facilita que mucha gente pueda acceder a la fiesta en vivo y en directo. Pero lógicamente hay opiniones para todos los gustos.
¿Qué recuerdos tienes de las dos Ligas y la Copa alcanzadas con Javier Clemente en el banquillo?
Ya te puedes imaginar: fantásticos. Recuerdo que en la primera de ellas estaba en San Mamés con dos amigos, viendo un Bilbao Athletic – Baracaldo, y con el transistor en la oreja. Al finalizar el partido nos abrazamos los tres y lloramos como niños, aunque ya éramos unos talluditos de 22 años. La segunda también fue una gran alegría…aunque nos pillaba más “rodados”. Y la Copa contra el Barsa de Maradona, Schuster y demás galácticos de la época, posiblemente sea el recuerdo más querido que guardo de mi vida como athleticzale. ¡¡¡Fue inenarrable lo que vivimos aquella noche allí!!!
Ver La Gabarra por La Ría significó...
Todo, absolutamente todo. Comenzar la fiesta desde por la mañana y finalizarla la siguiente. El muelle de Uribitarte, el puente del Ayuntamiento –pensábamos que iba a ceder por el peso y que terminaríamos todos en la ría-, la felicidad de la gente….qué grandes recuerdos!!! Uff…y encima, en plenos exámenes finales de la Uni…
E indudablemente, de aquel equipo txapeldun se impone la figura de un emblema rojiblanco natural de Alonsótegui con el que mantienes una excelente amistad...
¡¡¡Desde luego!!! Ya comenté el otro día en tu página de Facebook “Andoni Goikoetxea” que nuestro amigo simbolizaba la esencia de lo que es y significa el Athletic: competitividad, garra, esfuerzo, amor propio… y en aquella época todas estas cualidades se manifestaron en plenitud. Andoni era uno de los grandes estandartes del equipo, complementado con la contundencia de Rocky Liceranzu, la bravura de Urkiaga, la solvencia de De Andrés, Sola, Gallego, Urtubi, la elegancia de Argote, el carácter de Dani, la magia de Manolo Sarabia…
¿Si el Athletic gana la Copa qué hará Carmelo Rodrigo?
¡¡¡Buena pregunta!! Supongo que celebrarlo con mucha emoción con los que tenga alrededor, y no descarto que se me escape alguna lagrimilla. Al cabo, ser del Athletic es algo que llevo prendido en el corazón, un sentimiento difícil de describir. Y quede claro que si competimos como nos obliga esta camiseta y perdemos, me sentiré igualmente orgulloso. Y te aseguro que no son palabras huecas…
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