Retirado hace un lustro. ¿A qué te dedicas en la actualidad?
Sí, cinco años ya... cómo pasa el tiempo. En estos momentos doy clases de padel y tenis en un colegio. Siempre me han gustado y se me han dado bien los deportes de raqueta. Y desde que lo dejé, empecé a entrenar con los veteranos del Athletic y a jugar las liguillas con ellos para quitar el gusanillo y aguantar sin barrigota.
¿Por qué dejas la práctica del fútbol con sólo 29 años?
Después de jugar en el Alavés y estar cerca de casa tras año y medio fuera, no me planteaba salir otra vez. No me salió nada entre los equipos bizkainos y por no estar esperando otra vez al mercado de invierno, como ya me ocurrió cuando fuí al Córdoba en enero. Aunque desde septiembre ya sabía que tenía que salir, un rollo, así que me decidí a dejarlo antes y aprovechar para encontrar a qué me iba a dedicar y sobre todo aprovechar los fines de semana.
¿En algún momento pierdes la ilusión?
Lo cierto es que ayudó el último año en el Alaves donde el entrenador fue poco empático, estricto, serio, y verdaderamente te das cuenta de lo importante que es que un entrenador favorezca el buen ambiente en la plantilla y no al revés porque se corre el riesgo de que los jugadores sin querer estén menos motivados e ilusionados. Supongo que antes de pasar otro año por esa mala suerte, ayudó a dejarlo y perder la ilusión. Por cierto, ese año a nivel de jugadores y personas, fue impresionantemente bueno.
Vamos con lo positivo. Tu debut con el Athletic. Sucedió en el Benito Villamarín un 22 de septiembre de 2004. Sales de titular...
Llegó el día que Ernesto decide ponerme de titular ante el Betis. Hasta pasada media semana no me comenta que iba a jugar titular. Desde ese momento te llenas de emociones, de nervios y ganas de debutar en Primera División. Encima, me tocaba cubrir a Joaquín que era el jugador más desequilibrante del equipo. Ernesto sólo me dice que juegue cómo sé y cómo entreno y que intente hacerlo fácil. En los momentos antes del inicio, tenía las pulsaciones a 200, pero luego estuve concentrado todo el partido como uno más y muchísimo más atento a todo. Fue un día bonito para mí, la pena es que perdimos.
Al final de esa temporada acumulas 27 partidos incluídos dos de La Copa de La Uefa y los dos de las semifinales de Copa ante el Betis. La alegría sería inmensa...
Sí, por supuesto. El primer año y jugar tantos partidos, la mayoría completos, era para estar más que satisfecho. La gran espina de ese año y de toda mi carrera fue quedar eliminados en Semifinales de La Copa del Rey precisamente con el Betis a penaltis habiendo merecido ganar en los dos encuentros y viviendo los dos en el once inicial.
Campaña 2005-2006. El Athletic vive momentos complicados en la Primera División con partidos de auténtico infarto. Participas en 24 encuentros ligueros colaborando decisivamente con un gol en la penúltima jornada... ¡precisamente en Riazor!
Ese año creo que empezamos ganando 3-0 a la Real Sociedad. Lo cierto es que en conjunto no estuvimos sólidos durante la primera vuelta. Ese año tuvimos dos o tres bajas importantes quedándonos sin recambios específicos y aún así hicimos una segunda vuelta con números de entrar en Uefa. Dada lo nefasta que fue la primera vuelta, lo positivo era tener opciones de salvarse antes de la última jornada.
La semana del Deportivo fue bastante tensa. Todos sabíamos que nos jugábamos mucho más que bajar a Segunda y la tensión se palpaba en el ambiente, sobre todo la hora y media antes de empezar el partido. Fue un partido bastante serio por nuestra parte que empezamos perdiendo. El empate nos servía y es por eso que el equipo no se descompuso y tuve la suerte de estar en el sitio oportuno para cabecear y meter el gol que era el empate y nos daba la salvación. A partir de ahí, el equipo estuvo muy rocoso consciente de que si manteníamos ese resultado se acabaría el calvario que durante todo el año vivimos.
De técnico Javier Clemente. Mucho se habló que los jugadores influyeron en su destitución al discrepar con sus métodos...
A Javi Clemente lo destituyó la directiva en la temporada siguiente por diferencias entre ellos.
Los problemas continúan en el Botxo y el curso 2006-2007 depara más problemas clasificatorios... salvándonos en la última jornada ante el Levante. Disputas los 90 minutos. ¿Aquella cita fue de auténtico infarto?
Sí, un infierno de semana y de día hasta que se acabó el partido. Ese día salimos enchufadísimos y quizás revolucionados, pero no podía ser de otra manera. Entre nuestro orgullo y la entrega del público de San Mamés, volvimos a salvar un match ball que no se nos olvidará nunca. Esperemos no tener que volver a vivirlo, aunque nadie está exento de esto...
Y de repente arriba Joaquín Caparrós y Casas sólo disputa dos partidos en dos campañas... e incluso te quedas sin dorsal. ¿Fue un mazazo muy duro? ¿Decepcionado con el técnico de Utrera?
Mi relación con Caparrós y esa directiva estuvieron destinadas a ser inexistente, fría y mala, desde el momento en que dos días antes de que acabe el mercado de fichajes, me dejan sin ficha sin previo aviso ni nada. Dice muy poco de los dos, pero ahí no acaba la cosa. El siguiente año yo tenía un par de equipos interesantes para salir y asombrosamente no me dejó irme. Cosas del fútbol, ni como ni dejo comer...
¿Por qué fue corto tu paso por el Athletic?
Supongo que vino un entrenador al que no le gustas y prefiere a otro o simplemente aparecieron jugadores que a criterio de ese entrenador eran mejores.
¿Es cierta esa teoría que circula que desde la retirada de Larrazábal, el puesto de lateral izquierdo es una olla a presión?
Jugar en cualquier puesto en Primera División con toda la repercusión mediática es estar sometido a cierta presión. Parece que si no hay un puesto de la defensa que no juegue titular más de tres años seguidos, ya está en el ojo del huracán.
Jugar en el Athletic es...
Sentirse un privilegiado y un orgullo por todo lo que representa.
Abordamos el choque de este domingo en Coruña. Hay que sumar...
Obviamente cuanto antes empecemos a sumar menos se alejan los objetivos de la temporada, pero sin ponerse nervioso porque este equipo ha demostrado mucho durante estos años, es un bloque muy sólido y con calidad.
¿Sorprendido con la derrota en la primera jornada en El Molinón?
Sobre el papel el Athletic es mejor equipo, pero ya sabemos que en competiciones de máximo nivel hay que tener un porcentaje alto de acierto tanto arriba como abajo, y aún así tampoco te asegura nadie la victoria. Jugar fuera de casa tampoco es fácil.
Los errores en la defensa parece que se acumulan jornada tras jornada. ¿Nos falta garra en la retaguardia?
Sólo llevamos dos jornadas y a veces lo que parecen errores son aciertos del rival.
¿Qué te parece Balenziaga en el flanco izquierdo?
Me parece un jugador muy regular, siempre cumple y hace lo que esperas de él.
Y Valverde, el técnico que te dio la primera oportunidad, vive su cuarta campaña consecutiva en Bilbao con notables resultados. ¿Qué nos cuentas de El Txingurri?
Siempre digo que Ernesto es el prototipo de entrenador. Tácticamente sabe mucho y tiene la capacidad de hacer que el ambiente que respiras en TODA la plantilla sea productivamente bueno. Es un entrenador que te habla con franqueza e intenta empatizar con el jugador. Es el ejemplo de esos entrenadores que saca más rendimiento que la suma de las individualidades. Hay que destacar a Azpiazu que lleva de segundo de Ernesto más de diez años y parte de ese éxito también le corresponde.
¿Será posible repetir una cuarta presencia consecutiva en Europa?
Con esta plantilla por lo menos tenemos que tener esa ilusión realista, sabiendo y valorando la enorme dificultad que tiene haberlo hecho las últimas tres temporadas.
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