lunes, 19 de diciembre de 2016
CHORRADAS
Que un jugador del Athletic se queje... suena a risa. Son adorados por la afición y lo más importante --- para ellos por supuesto -- ganan una pasta gansa al ladito de su casa. Porque ya sabemos que si sale un chaval, hace cuatro o cinco partidos buenos... tenemos que atarlo sí o sí por una estupendísima ficha anual. No nos queda otra. En definitiva, son unos privilegiados y deberían apechugar con el chirimiri que de vez en cuando les viene encima porque repito, las críticas son muy suaves y no alcanzan el nivel de llovizna.
Por lo tanto, me produce hilaridad --- y a la vez mosqueo, tengo que reconocerlo --- escuchar a ciertos jugadores de nuestro bendito equipo irritados con ciertas críticas. Por ejemplo, Bóveda ha manifestado que "ve una corriente negativa". Y Lekue ha dicho que "hay que ser más conscientes con lo que estamos consiguiendo"... sin olvidar a Muniain que con dos narices afirmó que "no hay que creerse todo lo que leamos en los periódicos".
Señores jugadores del mejor equipo del mundo, déjense de chorradas y defiendan mejor por ejemplo.... porque ya vale. Déjense de tonterías y muestren mayor concentración en los partidos... porque el rival más tonto nos hace un reloj de oro en cuestión de milésimas de segundos. No hay motivo alguno para esa discrepancia con la afición o con los medios de comunicación. La crítica en Bilbao hacia el Athletic es escasa... escasísima diría yo. Laporte lleva haciendo el indio en el terreno de juego desde el S.V a. de C. y sin embargo, para el noventa por ciento del aficionado rojiblanco es Dios. Es decir, somos tan bondadosos y sobre todo queremos tanto al sentimiento más grande del mundo llamado Athletic que perdonamos absolutamente todo y olvidamos muy pronto... demasiado pronto para ser más exactos.
Insisto, no entiendo el descontento de ciertos futbolistas rojiblancos con el entorno. La crítica hacia los fallos defensivos que estamos cometiendo es ínfima porque creo que el mosqueo de ciertos aficionados va más por ahí que por el juego desplegado. El resto, la gran mayoría, ve todo de color de rosas y perdona absolutamente todo. Por consiguiente, Lekue, Bóveda o Muniain, cuéntenme una de indios.
P.D: La crítica no está reñida con la inmensa felicidad que me invade por el triunfo ante el Celta. Estoy más contento que un niño con zapatos nuevos... pero los fallos defensivos brotaron nuevamente de manera inverosímil. Este problemón parece que no tiene fin...
El partido ante el Celta fue lamentable, lamentable; quitando al portero, no se salvó de un juego ramplón y fallón ni San José pese a su golazo. Es lo que hay en las últimas jornadas...
ResponderEliminar