Digan lo que digan, el gol encajado en Heliópolis es de patio de colegio. Ya me pueden explicar la jugada por activa y por pasiva, la situación es lamentable e inadmisible. Llega un balón rechazado a mediocampo, se adelanta con cierta fuerza un rival -- si no me equivoco un defensa adversario a un atacante nuestro -- y coge en bragas a toda nuestra defensa. Jugadores rojiblancos en retaguardia por delante de jugadores verdiblancos pensando en pajaritos preñados como si la acción no fuese con ellos... y para más inri mi amigo Beckembauer salta como una nenaza con un adversario y encima se estuvo lamentando casi casi hasta terminar el partido. Lo dicho, la jugada fue escandalosamente penosa y lamentable.
Sin embargo, aquí no pasa nada. No se debe criticar a nuestros jugadores y debemos permitirles absolutamente todo. Y encima, de mi amigo Beckembauer siguen diciendo que es el mejor con muchísima diferencia. Yo, un tío que no tiene ni puta idea de fútbol, lo vendía en este mercado de invierno sin pensármelo un segundo. ¡¡¡Ya está bien coño!!! Su lista de errores es brutal. No hay un partido que no cometa un fallo grave que cuesta puntos. Va de sobrado en el terreno de juego y yerra gravemente una y otra vez. Finiquitemos de una puñetera vez esta debilidad defensiva que sino llega a ser porque tenemos en nuestro equipo a Aduriz y Raúl García, nos llevaría directamente a puestos de descenso.
Del Athletic hasta el infinito y el más allá... pero tonto no. Ahora bien, a tenor de muchas declaraciones de Txingurri Valverde, todo esto es normal y debemos permitirlo. ¡¡¡Ay, mi cabeza, seguiré cogiendo unos nervios de Aupa el Erandio!!! ¡¡¡Athletic Beti Zurekin!!!
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