Este domingo se enfrentan en Balaídos CELTA y ATHLETIC. En ambos equipos militó ANDONI LAKABEG, correoso y bravo lateral derecho bilbaíno.
Triunfo 1-0 ante el Ostersund y hemos dado el primer paso para alcanzar velocidad de crucero...
Eso parece, era cuestión de tiempo y paciencia.
El golito lo anotó el de casi siempre. El día que se vaya lo vamos a echar de menos infinitamente.
Por supuesto, pero también debemos confiar en los que vienen por detrás, aunque Aritz siempre sera único.
¿Qué le pasa a este Athletic en los albores del presente curso?
Hemos hecho un gran esfuerzo en las previas para estar en La Europa League y eso nos puede haber pasado factura.
¿Cebarse con Ziganda constituye una injusticia?
Sí, merece un mayor margen de confianza.
El Cuco ha hablado en alguna rueda de prensa de alcanzar la excelencia en el juego rojiblanco. ¿En este invento no se trata de ganar y dejar en un segundo plano otras cuestiones?
Hombre, los resultados son sin duda lo principal, pero también se trata de que el público se vea identificado con el juego del equipo y juegue bien al fútbol.
Compartes vestuario cinco años (del 91 al 96) con el míster. ¿Qué recuerdas de Ziganda?
Era un chico muy tranquilo, un trabajador incansable y un gran profesional. Tuve la suerte de conocer su pueblo y fue una experiencia espectacular, gran pueblo Larraínzar.
Y al presi Urrutia le está cayendo una buena catarata de críticas por sus palabras referentes a la situación de Kepa... ¿Está desafiando a nuestro portero?
No lo sé… Las negociaciones a veces van por sitios a los que no nos gustaría ir, pero lo principal es dejarles trabajar tranquilos en ello.
¿Ves a Kepa fuera del Athletic en el mes de junio?
No, lo veo con nosotros muchos años.
Y este domingo visitamos al Celta de Vigo. Un Balaídos siempre complicado para nuestros intereses...
Ellos hacen un juego sin complejos y les suele dar buen resultado. Espero un Athletic ambicioso. Es un partido para empezar a remontar.
¿Por qué marchas a tierras gallegas a mitad de la temporada 95-96?
Stepanovic no contaba mucho conmigo y la oferta fue interesante tanto para mi como para el club.
Era un equipo donde se hablaba euskera en la caseta...
Casi parecíamos La Onu: dos rusos, dos franceses, dos serbios, un bosnio, un noruego, un israelí, un argentino, un peruano… Estábamos también varios vascos.
Y comenzaba a fraguarse un Celta que en apenas un año se convertiría en un asiduo en competiciones europeas…
A partir de ese momento, comenzó La Era del Euro-Celta. Fueron unos años muy intensos.
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