KOKE CONTRERAS. Sin lugar a dudas, el mejor jugador extranjero que ha vestido la camiseta de la U.D LAS PALMAS (rival del ATHLETIC este viernes en el Botxo) en los últimos 35 años. Fue un auténtico referente del conjunto amarillo durante seis temporadas (1983-89) dejando una indeleble huella a base de muchas asistencias e infinidad de goles. El grito de "¡¡¡Koke, Koke, Koke...!!! será eterno en tierras grancanarias.
Te recordamos perfectamente en la UD en la década de los años 80 y la última vez que te vimos jugar fue en un Trofeo Teide en La Orotava en Tenerife en 1993 vistiendo los colores del Universidad Católica de Chile. ¿A qué te has dedicado en los últimos 25 años?
Después de mi ciclo en la Unión Deportiva, jugué diez años más en Chile incluyendo un semestre en México, en el año 94. Dejo el fútbol a finales del 98. Del 2000 al 2004 vivo nuevamente en Las Palmas y ya estando en Chile en 2005 comienzo mi preparación como técnico. Mis experiencias han sido: 2006 Católica sub 16, 2007 ayudante técnico plantel de honor en Católica. En 2008 asumo como técnico el Unión Calera en Primera B. Luego, en 2010 voy de ayudante técnico a Cobreloa. En 2011 asumo en Puerto Montt y desde el 2012 trabajo como jefe técnico en la cantera del Club A. C. Barnechea. La temporada 2016-2017 tomo al equipo profesional y lo ascendimos a la Primera B. Hoy sigo trabajando con los jóvenes.
No has perdido de vista Gran Canaria. Hace dos años visitas la isla. Eres un auténtico ídolo...
En noviembre de 2016, gracias a una invitación del Presidente Miguel Ángel Ramírez, asistí al estreno de una película sobre la Unión Deportiva Las Palmas.
Vayamos al principio de "este enamoramiento" U.D-Contreras. Aterrizas y el míster Héctor Nuñez ya había puesto en aviso a los que iban a ser tus compañeros. "El club ha fichado a un jugador que golpea más fuerte el balón con la cabeza que con el pie"
Mi llegada a Las Palmas se produce en el año 1983. Por lo que supe, el equipo necesitaba un delantero centro. Vieron vídeos y me contrataron. Como anécdota contar que en mi primer entrenamiento quedaron muy sorprendidos con mi forma de cabecear y en mi primer partidillo pude mostrar mi habilidad en las faltas directas.
En tu primera temporada, el equipo amarillo termina en mitad de la tabla... pero alcanzan las semifinales de Copa perdiendo a penaltis ante el Barca de Maradona.
El primer año fue un poco irregular en la Liga. En Copa del Rey, llegamos a semis contra el Barcelona que por penales nos dejó fuera de la Final. Vale decir que debíamos haber pasado nosotros a la Final porque en Barcelona perdimos 2-1 y en Las Palmas ganamos 1-0 producto de un gol que aún recuerda la gente y que yo marqué de falta directa. Ese año no se consideraba el gol visitante.
13 de abril de 1985. La UD asciende a Primera División nada más y nada menos que en el Santiago Bernabéu... y te quedas a un paso de conquistar el Trofeo Pichichi.
El curso 84-85 fue mi consolidación en el equipo. Ascendimos a falta de tres fechas, estuve peleando por el Pichichi de la serie hasta el último partido y mi aporte en goles, asistencias y jugadas atractivas, hacían comenzar un idilio con la afición que permanece hasta el día de hoy.
En el apartado personal, lo dicho, eras y eres un auténtico referente. Vivías muy cerca del Estadio Insular y los aficionados te veneraban de una forma increíble.
Hay una muestra de ese idilio con la gente que aún le cuento a mis amigos en Chile. Al terminar los partidos, yo tardaba en salir, pero así y todo cuando lograba salir del Estadio estaba la gente esperándome. Me rodeaban y me felicitaban. De pronto, se metía una cabeza entre mis piernas y me subían en hombros para llevarme al portal del edificio que estaba frente al Estadio. Hasta hoy la gente me agradece por lo que yo le entregué al equipo, pero soy yo quien les agradece por entregarme tanto cariño.
16 de febrero y 29 de marzo de 1986. Dos fechas para enmarcar. Vencen al Barcelona 3-0 y al Real Madrid 4-3... ¡¡¡tras ir perdiendo 1-3!!! Y cómo se escuchó aquel grito de ¡¡¡Koke, Koke, Koke...!!!
Ya la temporada 85-86 en Primera División fue muy difícil. Parecía que podíamos perder la categoría, pero aún se recuerdan dos partidos que fueron claves para no descender. Uno con el Barcelona que ganamos 3-0, donde nuevamente le marco un gol de falta a Urruticoechea. Y el recordado partido de la remontada, a falta de siete minutos, con el Madrid donde marqué dos goles. El último mediante lanzamiento penal para dejar la cuenta 4-3.
Campañas 86-87 y 87-88. ¡¡¡Anotas un gol en San Mamés y otros dos al Athletic en el Estadio Insular!!!
Los recuerdos que tengo de Bilbao son jugar con el Bilbao Athletic de los hermanos Salinas en Segunda División y luego en Primera contra el Athletic, con lo que quedaba de ese equipo que fue Campeón, con Goikoetxea, Zubizarreta y el gran Manu Sarabia. Era muy agradable jugar en San Mamés por el respeto que mostraba el público hacia el fútbol. Y jugando en Las Palmas recuerdo un partido donde marqué dos goles contra un Athletic donde jugaba el portero Iru y el central Andrinúa.
¿Imponía ese dúo mítico rojiblanco integrado por Andoni Goikoetxea e Iñigo Liceranzu?
Yo llegué como delantero centro y jugar con la marca de dos torres como Goiko y Liceranzu era de temer porque imponían mucho respeto.
¿Por qué se consuma el desastre para la UD en 1988?
Es difícil analizar la temporada 87-88, que significó perder la categoría. Los tres años que me tocó participar en Primera fueron jodidos. Nuestros planteles se formaban con jugadores canarios y dos o tres extranjeros. Costaba armar equipos competitivos y ese año no pudimos dar el nivel adecuado y descendimos.
Ocupas la cuarta posición en el ranking histórico con 93 goles en 257 partidos. Dejas una huella imborrable.
Esa estadística quizás marca un poco lo bien que fueron las cosas en el club. Estar en un pódium con el Maestro Germán, con Morete y con Orlando, me llena de orgullo. Igual 93 goles en seis temporadas no es malo.
¿Quizás tu mejor compañero fue el lateral izquierdo Javier Campos?
En los seis años que permanecí en Las Palmas tuve dos compañeros muy importantes como Javier con quien entrenábamos juntos, nos concentrábamos juntos, pedíamos asientos juntos en los viajes... Lo sigo considerando mi gran amigo del equipo. Y no quiero dejar de nombrar a Benito que fue como un hermano mayor. El compañero que me aconsejaba y me llamaba la atención cuando yo me descuidaba. Él, su mujer, su suegra y sus hijos, fueron muy importantes para mi y mi gente en esos años.
Vayamos al momento actual. La U.D parece que ve la luz con Paco Jémez...
De Las Palmas hoy es poco lo que puedo opinar. Sólo lo que se a través de mis amigos y de las redes sociales. Lo que uno siente es la diferencia de una temporada y otra. Una con Quique Setién que la hizo llenarse de elogios por la campaña y el buen fútbol mostrado en todos lados, y la otra con cambios de técnico, en el fondo de la tabla y tratando de salvar la categoría.
Un descenso a Segunda sería...
Una pena por lo que uno quiere al club. Pero vamos a mantener la esperanza. Con Paco Jémez han logrado dos buenos resultados que hacen ver una luz dentro del túnel. Además, parece que el técnico ya ha hecho un diagnóstico de lo que pasa en el equipo. Ojalá tenga el remedio exacto para lograr el milagro.
Y el Athletic necesita un triunfo para despejar muchísimas dudas que se están asentando en Bilbao...
El Athletic en su estadio se presenta como un difícil rival para Las Palmas. Si bien no ha realizado un gran torneo, tiene jugadores que pueden desnivelar en cualquier momento.
Coincides una campaña, la 87-88 de rival lógicamente, en la élite con Cuco Ziganda, ¿qué recuerdas del ex delantero navarro?
A Cuco Ziganda lo recuerdo cuando apareció como un goleador prometedor en el Osasuna, rendimiento que significó defender los colores del equipo que hoy dirige.
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