IBON BEGOÑA. Bilbaíno. 44 años. Ex jugador de BILBAO ATHLETIC (1994-97) y ALAVES (97-2004 y 2005-06) rival del ATHLETIC este sábado en Mendizorroza. Tiene un espléndido recuerdo de su etapa en el filial rojiblanco. Y del conjunto vitoriano sólo habla maravillas. Estuvo muy cerca de alcanzar un título continental.
Juegas tres temporadas en el Bilbao Athletic. Por lo tanto, te crías en Lezama...
Bueno... Mi llegada a Lezama fue tardía, después de haber pasado ya por Lemona y Sestao. Una buena temporada en Segunda B con el Sestao despertó el interés de varios clubs en España y entonces apareció el Athletic... ¡algo que soñaba desde niño! Entonces, dejé de escuchar cualquier otra propuesta.
Y sin obviar a Amorrortu y Terrazas, te dirige un ilustre llamado Manolo Sarabia. ¿Les contaba muchos recuerdos de las dos Ligas y la Copa que ganaron en los años 80?
Sarabia era muy cercano al jugador, jugaba a cartas con nosotros, participaba en pachangas, promovía comidas... y obviamente, desde esa cercanía, siempre había momentos para contar batallitas. Para nosotros era ídolo y a la vez, entrenador.
En ese filial rojiblanco militaban muchos jugadores que saborearon la élite...
Así es. Estábamos en el último peldaño antes de cumplir ese sueño y muchos compañeros tuvieron la suerte de llegar a él. En mi caso, tuve la ocasión de entrenar en muchas ocasiones, pero me quedé a las puertas... ¡Una pena!
¿Por qué fichas por el Alavés en 1997? ¿Veías imposible alcanzar el Athletic?
El filial se encontraba en Segunda B después de descender y el Athletic entendió que lo mejor era salir y buscar un paso intermedio antes de poder llegar al primer equipo. Entre diferentes ofertas, apareció la del Alavés, y tanto el cuerpo técnico como su presidente me mostraron mucho interés y depositaron mucha confianza en mí. Era una cesión por un año, pero después de ese año, el Alavés quería mi continuidad. Yo había sido muy feliz allí y el Athletic no contaba conmigo en ese momento. Mi salida fue muy sencilla.
Y nada más aterrizar en Mendizorroza ascienden a Primera División disputando unas semifinales de Copa tras eliminar al Madrid.
El Alavés diseñó un equipo nuevo bajo la batuta de Mané, un equipo joven y con mucha hambre. ¡La temporada salió redonda! Ascenso, tras récord de puntos en la categoría, y eliminados en Semifinales de Copa por el Mallorca tras eliminar a Oviedo, Compostela, Real Madrid... ¡¡¡Temporada histórica!!!
¿Qué significó para Vitoria aquel retorno a la élite tras muchísimos años de ausencia?
Principalmente, recuperar una ilusión que la ciudad había perdido tras tantos años de dificultades, malos resultados... Hasta entonces, la afición y sobre todo los más jóvenes, no tenían un equipo referente en la ciudad en la máxima categoría al que seguir y eran seguidores de otros clubes que si militaban en Primera División con continuidad. La ciudad volvió a disfrutar con el fútbol con su equipo en la máxima categoría luchando con los más grandes.
En el plano particular, un recuerdo imborrable. Victoria ante el Barca con golito de Ibon Begoña... ¡¡¡colocándose líderes!!!
Ciertamente, estábamos en una dinámica buenísima codeándonos con los grandes de la Liga y esa victoria en Mendizorroza ante el Barca nos colocaba líderes de Primera División. Además, tuve la suerte de anotar un gol en ese partido tan significativo... Era un momento histórico para el club, la afición y la ciudad.
Y en lo colectivo juegan una Final de La Copa de la Uefa. ¿Fue duro perder de aquella forma ante el Liverpool?
Sí, una derrota siempre es dolorosa y más en una Final cuando estás tan cerca de un título. Además, esa regla del "gol de oro" lo hizo especialmente duro por la forma en que se produce. Por otro lado, y con perspectiva, estamos muy orgullosos de la hazaña realizada, teniendo en cuenta de dónde veníamos y los rivales que nos encontramos por el camino... ¡Hicimos un Campeonato de Uefa impresionante!
Mané supo dirigir a aquel grupo a la perfección...
Genial. Era un entrenador tremendamente exigente en los entrenamientos del día a día y a la vez daba libertad al jugador y al grupo para sentirse bien, a gusto, y así entrenar con ganas, ilusión y alegría. ¡Entendían perfectamente que éramos jóvenes y había vida más allá del entrenamiento! El tándem con Ángel Garitano "Ondarru" era perfecto y entre ambos conseguían tener a todo el mundo implicado, enchufado, contento... Consiguieron que el grupo siempre estuviese muy unido .
Sin embargo, aquella etapa exitosa cambia de la noche a la mañana. Vives un descenso, una temporada en Segunda A, marchas al Nastic, regresas a Vitoria...y otro descenso, con la presencia como dueño del club de un auténtico personaje...
La temporada 2002/03 fue muy complicada y acabó en descenso a Segunda división. Tras una campaña en Segunda División, no consiguiendo el retorno a Primera, pensé que era momento de cambiar de aires. Tras un año en Tarragona, decidí abandonar el fútbol... ¡pero imposible! En noviembre me subía por las paredes y decidí volver en el mercado invernal. Como tenía mi residencia en Vitoria y mi relación con el personal del club era fantástica, me permitieron entrenar con el equipo filial para coger la forma; de ahí a firmar por el primer equipo gobernado por Piterman. Fue ilusionante al principio, ¡volver al Alavés y en Primera! pero la gestión de Piterman, sus injerencias y manera de trabajar, hacían muy difícil el día a día... ¡¡¡Mejor no recordar!!!
¿Qué significado tenía jugar como visitante en el Viejo San Mamés para un bilbaíno como tú?
Bueno... Se trataba de mi ciudad, donde tenía mi familia y muchísimos amigos. Además, había pertenecido a ese club donde aún conservaba muy buenas relaciones y todo hacía que fuese muy especial. Se trataba de los dos clubes que, hoy en día, son los equipos de mi vida.
Hablamos del choque de este sábado. Pocos alicientes en juego...
Es una pena que ninguno de los dos equipos tenga opciones de luchar por puestos europeos y clasificatoriamente no hay demasiado en juego. No obstante, hoy en día, todos los clubes se juegan mucho en cada partido y tratándose de un derbi, la rivalidad deportiva estará muy latente. Se podrá ver un bonito enfrentamiento.
El Alavés ha dibujado una buena temporada alcanzando la salvación con cuatro jornadas de antelación.
Ha podido certificar la permanencia con jornadas por delante y está en una situación tranquila tras un comienzo muy difícil. La apuesta inicial por un entrenador tan joven y desconocedor de la Liga española era arriesgada y no salió bien. Su recambio, con un estilo muy distinto, tampoco pudo reconducir la situación. La apuesta por Abelardo fue un acierto absoluto. Tuvo esa pizca de suerte necesaria en momentos puntuales en su primer partido en Girona y a partir de ahí su trabajo ha sido espectacular. El equipo es un reflejo de su personalidad, un tipo sencillo, honesto, humilde, comprometido y trabajador. Además, su gestión del grupo es fantástica y eso se nota en el campo.
Y el Athletic lleva un año sumergido en una profunda depresión.
La exigencia del Athletic siempre es grande y sus objetivos altos. El equipo debe estar arriba y además ilusionar a su afición. Este año creo que no se ha conseguido ninguna de las dos cosas. Desde el principio, no ha sido capaz de conseguir una identidad clara y engancharse a posiciones altas. Tres competiciones, pero en ninguna de ellas cerca del éxito.
Ziganda tiene las horas contadas...
La exigencia del Athletic es muy grande, y cuando los resultados no son buenos, el entrenador siempre está en el disparadero. No dudo de la capacidad de Ziganda, que además de ser hombre de club, su compromiso es enorme. Si no continuase al frente del equipo, seguro que será el primero en entenderlo porque conoce como nadie la exigencia del Athletic. De todas formas, debemos esperar a finalizar la competición para conocer la continuidad o no de Ziganda. ¡¡¡La mejor de las suertes para el!!!
Y por cierto, a qué te has dedicado en los últimos años... y claro está, qué haces en la actualidad.
Ahora mismo, estoy entrenando al CD Bupolsa, un club de Tercera de Burgos.
He estado cuatro años con un proyecto de un club nuevo que creamos en Ibiza junto a Jordi Cruyff. Lo pusimos en Tercera División. Además, de dirigirlo a todos los niveles, también lo entrené durante dos temporadas. Ese tema lo tenemos de momento aparcado, y con asuntos en el juzgado por un asunto ajeno a nosotros. Un bonito proyecto que de momento estamos bloqueados sin poderle dar continuidad. Mi idea ahora es seguir mi carrera como entrenador .
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