Nuestro gran presidente Josu Urrutia ha anunciado que no seguirá en el Athletic. Acumula ocho años y no sé si por cansancio o porque cree que su proyecto está agotado y tiene difícil ganar las elecciones, no se presentará.
Y si hacemos un análisis en el plano deportivo de estas últimas ocho temporadas, se impone lo positivo a lo negativo... evidentemente. De momento, han sido cuatro clasificaciones para Europa con dos subcampeonatos de Copa y uno de Europa League... sin olvidar la conquista de La Supercopa. Lógicamente, es una notable trayectoria. Todos abogaríamos por estos números... ganando algún título claro. Sin embargo, puede darse otra lectura. ¿Qué hubiese pasado si los Llorente, Javi Martínez, Ander Herrera, Fernando Amorebieta, Laporte... no se hubiesen marchado? De una manera u otra, Urrutia ha influído en el adiós de estos jugadores. Si bien es cierto que el futbolista puede depositar la claúsula y hasta luego Lucas, ahí debe estar el presidente para comer el coco al jugador y ofrecerle dinero por supuesto, pero también un buen proyecto deportivo y convencerlo que donde mejor está es en Bilbao, en el Athletic. Porque yo me pregunto: ¿Qué hubiese pasado si esta tremenda fuga de agua que en su momento inundó todo el Botxo se llega a generar con Fernando García Macua en la poltrona? Pues sencillamente el abogado con su despacho en La Calle Rodríguez Arias hubiese tenido que ir a vivir a Groenlandia. Además, el posible retorno de estos futbolistas si llega a continuar Urrutia hubiese sido complicado... por no decir imposible. No tuvo tacto a la hora de pronunciarse sobre ellos...
Por otra parte, y sin dejar el aspecto de la pelota, ahora mismo, insisto, en este momento, el Athletic está roto. Presenta un triunfo en once jornadas y no ofrece síntomas de mejoría... a diferencia del equipo que se encontró Josu Urrutia en 2011 clasificado para la Copa de la Uefa. Es decir, el Athletic con Don Josu arroja un saldo notable en el aspecto deportivo, sería de necios decir lo contrario porque es mentira... pero cuidado.
Vamos a por los euros, los billetes de 500 euros. Presumiblemente, somos los más ricos del planeta con las ventas de Laporte, Javi Martínez, Herrera... pero es indudable que el respetable está que trina porque el señor Urrutia no ha sabido emprender fichajes... o mejor dicho algunos fichajes. En otros, los últimos, como ya le cogía el toro ha ofrecido el oro y el moro con fichas abismales a jugadores que según algunos no son estrellas. Eso está ahí en la hemeroteca, no lo invento yo. ¿O no hubo críticas por el fichaje de Iñigo Martínez y lo que gana al año? ¿O no hubo críticas y hay por lo que gana Yuri Berchiche cada temporada? Y en otra vertiente, ¿No hubo críticas por la morterada que gana Iñaki Williams?... Eso está ahí, es indudable y se ha dado en la época de Urrutia.
Y por último hablamos del Gure Estiloa. Desde que accedió al Athletic el grupo del señor Urrutia, abogó por el Gure Estiloa, por el no va más, eran los más santos del planeta y lo iban a demostrar... y la demostración ha sido de tal calibre que Don Josu cogió en el palco de San Mamés a un periodista que discrepaba con él... y lo puso fino. En este sentido, el poso que queda con el señor Urrutia es desagradable. Se asomó muy poco a los medios por no decir nada (y creo que más a los de fuera de Bilbao que a los de casa) y la impresión que queda es que no se le podía ni tocer porque sino... Ha demostrado ser una persona fría, seca, con poco carácter... Ojalá hubiese sacado más la casta que tenía como futbolista. Además, con el señor Urrutia en la presidencia creo que el Athletic ha sido un coto cerrado y se ha alejado de sus aficionados cuando siempre nos distinguió el acercamiento entre club y afición porque consideramos al Athletic algo nuestro, un sentimiento que llevaremos en nuestros corazones hasta el infinito y el más allá. Y sino que se lo pregunten a los veteranos rojiblancos si están contentos con Don Josu...
En fin, señor Urrutia, cogió un Athletic metido en Uefa, lo mantuvo en esa posición con tres finales, es decir, son buenos números... pero... cuidado... estamos próximos al descenso ahora mismito con usted de presidente. Y de sentimiento ha demostrado usted poco, muy poquito. Qué pena.
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