EDU ALONSO. Ex jugador de ATHLETIC (96-97 y 99-00) y ALAVES (2002-2008) rivales este próximo domingo en La Catedral. Curiosamente, el ex centrocampista bilbaíno jugó con nuestro míster Gaizka Garitano en el filial rojiblanco y en el conjunto babazorro.
Hemos empezado la Liga asentados en la zona de privilegio
El inicio ha sido espectacular sobre todo después del final de Liga del año pasado donde el equipo terminó con las fuerzas muy justitas y todo generaba incertidumbre, no dudas, en torno a ver cómo el equipo de Gaizka Garitano iba a enfocar el inicio de campeonato. De momento, en casa el Athletic está muy fuerte y fuera la imagen es diferente pero de momento no hemos conocido la derrota. Las sensaciones son muy buenas.
¿Ves al Athletic con posibilidades de seguir la estela de los más poderosos?
Hay que ir partido a partido y con el paso de las jornadas veremos realmente porqué objetivos podemos luchar. Ahora la gente es muy optimista, pero hay equipos que tienen plantillas muy fuerte. Sabemos nuestro mercado y hay que ser consecuentes con lo que tenemos. Si seguimos esta línea podemos soñar con Europa, pero hablar de palabras mayores sería dar falsas esperanzas a la gente.
No sé cuál será tu concepción del fútbol, pero nuestra fortaleza defensiva, un gol encajado en cuatro partidos, es digna de elogio
Ya el año pasado Garitano tenía muy claro que la casa había que comenzarla por los cimientos, portería a cero, un rigor defensivo mayor al que se estaba mostrando. Con esta dinámica han continuado en la presente campaña. Es cierto que el Athletic en casa muestra una cara más agresiva y más ilusionante que fuera de San Mamés, pero no es fácil competir en Getafe y Mallorca donde quizás las sensaciones no fueron las esperadas. Pero lo que está haciendo el Athletic es para quitarse el sombrero.
Sin embargo, nunca reina la alegría en casa de todos los aficionados. Algunos dicen que no jugamos a nada y añaden que Garitano tiene todos los santos en su espalda
Hay que ver la dinámica de las últimas campañas. Con Valverde, pedazo de entrenador, en su última campaña el Athletic no estaba igual que las tres anteriores. Con Cuco la temporada fue la que fue. Y Berizzo, técnico contrastado, fue destituido. Todo esto ensalza mucho más el trabajo de Garitano. Tiene el valor y el mérito que le están dando los resultados.
Con el míster coincides en el Bilbao Athletic... y en el Alavés
A Gaizka le tengo mucho aprecio porque hemos compartido muchísimas vivencias sobre todo en el Bilbao Athletic en Segunda A donde vivíamos situaciones difíciles. Eso une y aparte tuvimos un feeling especial. Hemos mantenido esa relación de amistad y el destino quiso que nos uniéramos otra vez en el Deportivo Alavés.
¿Qué queremos realmente en el Botxo? Fuertes en La Catedral y arañando puntos fuera. Mejor imposible
Realmente en el Botxo queremos todo... parece... jejeje. Cuando las cosas no salen y el miedo circula en el ambiente somos muy, muy pesimistas... y todo lo contrario, sacamos mucho pecho a nada que engatillamos dos resultados buenos seguidos. Así somos de pasionales en Bilbao. Esta media inglesa te hace estar en puestos de Europa y eso sería un exitazo.
¿A Aduriz se le fue la olla a la hora de lanzar el penalti en Mallorca?
Con lo competitivo y lo profesional que es... esta semana he oído auténticas burradas. No tengo ninguna duda que su objetivo era hacer gol y dar la victoria a sus compañeros. Lo que pasa es que con lo bien que tira los penaltis no lo tiró excesivamente bien contra un ex equipo suyo y delante de una afición que lo adora... y por ahí todas las tonterías que se dicen. Pero también se le ha ido la olla cuando lo ha tirado a Lo Panenka e hizo gol, cuando en un partido no cogió carrerilla e hizo gol... Los genios tienen este tipo de locuras y la pena es que el otro día no anotó.
Y este domingo nos enfrentamos al Alavés. Qué barruntas
Vaticino la dinámica que está llevando el Athletic en casa. Apretar mucho, agresivo, no dejar un aliento al rival... y el Deportivo Alavés lo va a tener complicado, no está tan fino como el año pasado. En un derbi a veces hay sorpresas, pero el Athletic parte como favorito.
¿Cómo llegas al Alavés en 2002?
Lo hago de una manera un tanto difícil. Tenía tres años más de contrato con la U.D Las Palmas, pero un proceso concursal agravado por el descenso deportivo posibilitó que ciertos jugadores pudiésemos encontrar acomodo en diversos equipos. Fue una gozada fichar por el Alavés. Volvía a casa, el Alavés llevaba unos años a un nivel magnífico y fue una satisfacción. Encima, en un sitio donde había muchos problemas para que los contratos se hiciesen efectivos.
En Mendizorroza vives en una auténtica montaña rusa. Participación europea, descensos, ascenso a Primera División...
Vivimos un poco de todo. Sufrimos un descenso a Segunda que nadie esperaba. Llegaron jugadores contrastados (Abelardo, Dutruel, Illie...) aunque lamentablemente había un ambiente un poco enrarecido, aquello estaba un poco dividido. Eso hizo que en los momentos difíciles no estuviésemos todos a la altura de la circunstancias. Nos costó retornar a Primera alcanzando unas semifinales de Copa del Rey. Al final, ascendimos con la llegada de Piterman, pero volvimos a descender. Vivimos impagos, procesos concursales... Fueron seis años largos.
Conoces a un auténtico personaje dañino llamado Piterman...
Gonzalo Antón no encontró a nadie mejor en quien dejar las manos del club y las dejó en manos de este personaje. Fue una lástima. Vitoria se merecía mucho más. Este tipo desmanteló al Alavés. Cogió al equipo con tres millones de euros de déficit y después de un ascenso, venta de jugadores... lo dejó con veintiséis millones de deuda. Fue un momento muy difícil. Había una especie de sensación de borrón y cuenta nueva y hubo ciertos jugadores que pagamos esa necesidad. Todo eso aceleró el proceso y las ganas de cambiar de vida, de dejar el fútbol y dedicarnos a otra cosa.
En esa época eres apartado...
Más que apartado, me sentí engañado por la gente que cogió las riendas del club. Nos mintieron sin ningún tipo de contemplación. No hacían nada por defender al jugador cuando las cosas salían mal o no teníamos el apoyo social. Tenía 34 años, últimamente me lesionaba bastante, de cabeza no me sentía arropado y todo desembocó en dejar el fútbol precipitadamente. Tenía dos años más de contrato, intentamos llegar a un acuerdo con la Administración Concursal y después de un agosto muy duro, lo dejé en septiembre. Y por todo lo sucedido, lo único que queríamos era no saber nada del fútbol. Nos quedó un sabor fatal en un deporte que nos ha dado tantas alegrías y tantas vivencias.
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