Me paraba hace un ratito una vecina, amiga de la página, y me decía, "Iñaki, cuídate la voz que los nervios te están jugando una mala pasada". "Mi estimada, tranquila, por el Athletic lo que sea" le contesté. Los primeros síntomas empezaron en el partido de Copa celebrado en el Heliodoro. No me puse la chaqueta porque me ahogaba de los nervios que tenía, a pesar de que hacía frío... y me resfrié. Y luego al llegar a mi querido Botxito, con el cambio de la temperatura, me pegó el estampido. Y si a eso unimos, la cardiaquera -- bendita cardiaquera -- que he tenido y tengo por MI ATHLETIC DEL ALMA y por todos los recuerdos y situaciones preciosas que me están aconteciendo... la gripe no se va ni aunque entres en el autolavado de una gasolinera.
Bromas aparte, lo que estamos viviendo es lo máximo. Lo sucedido ante el Barcelona fue histórico. Nos cargamos a un auténtico trasalántico del fútbol mundial y revivimos aquella Final de 1958 donde NUESTRO ONCE ALDEANOS machacaron al Madrid de Di Stefano, Gento, Marquitos, Santamaría... que enlazó cinco Copas de Europa seguidas. Afortunadamente, lo vi en directo y tengo a mi hijita loca porque se lo cuento día tras día. Y cuando tenga un nieto o nieta le diré, "TU AITITE ESTUVO EN SAN MAMES VIENDO AQUEL PARTIDO". Ufffff... ya estoy llorando de la emoción tan grande que me embarga. Y nos plantamos en semifinales y ganamos 1-0 al Granada en Bilbao haciendo méritos para algunos goles más. Y lógicamente el ambiente volvió a ser único y grandioso. Lo vi aquí en un bar en mi pueblo, Puerto de la Cruz, y en la segunda parte agarré tantos nervios que empecé a toser... y casi me ahogo. Me tuve que ir a mi casa porque no me sentía seguro en la calle. Y alguno pensará, "a este tío le falta un agua". Pues no, el Athletic es un sentimiento que llevo arraigado en mi corazón desde que nací y lo llevaré hasta la eternidad y el más allá. Me tiembla todo el cuerpo de alegría y emoción cuando me suceden situaciones relacionadas con el mejor equipo del mundo... y sólo mi corazón y yo sabemos lo que sentimos. Si ganamos la Copa -- y si no la ganamos aún más -- me iré a un sitio que yo sé y diré por enésima vez, "INFINITAS GRACIAS AITATXU POR TRANSMITIRME ESTE BENDITO SENTIMIENTO". Y por supuesto, "GRACIAS POR EXISTIR ATHLETIC DE MI CORAZON".
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