El Athletic tiene un problema. Lo sucedido con Marcelo Bielsa, es decir, sus declaraciones desautorizando decisiones de la entidad de forma clara y el silencio del presidente Josu Urrutia que ha quedado como una auténtica marioneta puede tener un desenlace negativo si la pelotita no quiere entrar en apenas unas semanas. Si cosechamos victorias no habrá jaleo. En cambio, si perdemos partidos...
Urrutia afronta su momento más delicado como mandatario. Mucha gente -- no sé si 20 o 30.000 personas -- quiere a Bielsa. Están de acuerdo con sus manifestaciones y le echan la culpa al exjugador rojiblanco. Lo he podido palpar en el bar donde trabajo en Santurce. Más de uno defiende a ultranza al técnico argentino... ¡¡¡oiga cada uno es libre para pensar lo que le venga en gana y hay que respetar!!!. Y desde algunos medios aquellos periodistas que apoyaron descaradamente a Urrutia en las elecciones despotricando de Macua, le han pegado el hachazo por la espalda. Se decantan por el entrenador. Así de claro y sencillo. Yo tengo una opinión que ya he mostrado en mi humilde blog, pero al César lo que es del César. Una muestra de la parroquia rojiblanca con la que yo he tratado (repito, desconozco la cantidad) afirman que "Bielsa no ha hecho nada malo" sino defender al Athletic.
Pero lo tengo clarísimo. Si ganamos, la gente olvida rápido. Ahora bien, si perdemos... Y si a esto le añadimos la renovación de Fernando Llorente que está estancada... ¡¡Ay señor Gary Cooper, meta chicharritos porque de lo contrario tendrá usted que taponarse los oídos cada vez que juegue en San Mamés!!
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