Leo en www.eldesmarquebizkaia.com que el exjugador rojiblanco Javi Martínez accedió a las instalaciones de Lezama este pasado sábado a las dos de la madrugada a recoger de su taquilla sus pertenencias. Y lógicamente siempre hay un primer pensamiento que anida en el cabezón de cada uno. En el mío transitó el siguiente: "a este tío le falta un agua"... dicho sea con el máximo de los respetos.
¿Qué necesidad tiene un profesional de esta magnitud de cometer tamaña tontería? Pues ninguna ¿Por qué lo hizo? Porque tiene la conciencia intranquila ¿Qué va a suceder si se presenta en Lezama a "horas normales"? Pues absolutamente nada. No lo vamos a matar ¿Por qué no habló con el club y envió a un familiar, a un amigo...? Porque ha hecho las cosas horriblemente mal.
Javi Martínez actuó como un zorro en horas nocturnas... y nunca mejor dicho. Su salida fue totalmente inesperada, nunca dejó indicios de querer marchar... y cuando aceptó la oferta del Bayern no actuó de forma correcta. Por ejemplo, cogió un avión con destino a Alemania a pasar un reconocimiento médico sin pedir permiso al Athletic... y de buenas a primeras desapareció del mapa rojiblanco. Y ustedes me dirán que dejó 40 millones en las arcas de Ibaigane. Verdad innegable, pero hay aspectos más importantes que el dinero. Y sus formas no fueron las adecuadas ¿Por qué no convocó a los medios y dijo las cosas como son, es decir, tengo una oferta, la voy a aceptar, creo que es lo mejor para todos, es un nuevo reto en mi carrera, lo voy a afrontar... y estoy enormemente agradecido al Athletic por estos años gloriosos, pero creo que debo emprender este camino? Hubiese quedado como un señor.
No lo hizo y evidentemente su conciencia está tocada. Y optó por una vía de escape propia de La Serie "El Coche Fantástico" de Michael Knight. Lo único que le faltó fue Kitt pulsando el botón de "Turbo Propulsor" para saltar la valla de Lezama. La próxima vez señor Martínez diga: "Kitt te necesito"... y no se olvide usted de ponerse el reloj negro para poder llamarlo.
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