viernes, 28 de diciembre de 2012
CARTA DE UN LECTOR
Estimado amigo:
Una vez más me rindo ante su trabajo. Es un placer acceder a su web y contar con información de primera mano de cuanto sucede en el Athletic, así como conocer las impresiones de muchos de quienes han construido día a día la gloriosa historia rojiblanca. También está muy bien leer reflexiones ajenas a los típicos intereses mediáticos, o quién sabe de qué tipo, que tanto abundan en la prensa deportiva tradicional.
Como soy muy torpe y usted me parece un aficionado muy bien informado, me gustaría que me ayudase a resolver una duda. Imaginemos a un entrenador con más de treinta años de experiencia que fue capaz de guiar al equipo más representativo de su tierra a la consecución de dos campeonatos de liga y uno de copa; que con un equipo modesto consiguió alcanzar la final de la Copa de la UEFA, superando entre otros, al Borussia de Mönchedgladbach, al Milán y al Inter; y que dirigió a una selección en dos mundiales, en uno de los cuales obtuvo un resultado más que digno y en otro una gran decepción. Imaginemos también a otro entrenador con una larga trayectoria y que igualmente llevó al equipo de su tierra a la consecución de varios títulos; que también fue seleccionador en dos mundiales, fracasando estrepitosamente en el primero, a cargo una selección que figuraba entre las favoritas al título, y haciendo un papel digno en el otro; y que condujo a un gran equipo (aunque no el más poderoso, ni mucho menos) a un final de copa y a otra de la Copa de la UEFA tras hacer en esta última una brillante competición, si bien en dichos partidos apenas dio señales de vida. Pues bien, según nos informan los sabios pontífices de la cosa pelotera, como los Segurolas y similares, el primero de ellos, rubio y de Barakaldo, es un técnico fracasado, un ciudadano resentido y un sujeto nada recomendable; en cambio, el segundo, rosarino para más señas, es un enamorado de su profesión y modelo a imitar no sólo en el aspecto deportivo, sino también en lo moral e intelectual. ¿Cómo se explica eso?
Y otra pregunta que me hago: ¿habría aceptado ese entrenador argentino una modesta oferta (en lo económico) del Athletic en otoño de 2005, cuando el equipo navegaba viento en popa hacia la Segunda División? Me gustaría que algún día se le reconociese al Rubio de Barakaldo su valentía por aceptar ese riesgo y acabar salvando a nuestro Athletic del que sería el mayor borrón en la historia del club y en su propio curriculum particular, como también creo que debe reconocérsele la decisión y el acierto que tuvo un año después don José Manuel Esnal Mané al evitar una situación parecida.
Le animo a que siga con su exclente sitio web y aprovecho la ocasión para desear a usted y a los suyos un año nuevo muy venturoso.
Un abrazo y ¡Gora Athletic!
ALBERTO SANCHEZ OTERO. SANTIAGO DE COMPOSTELA.
NOTA: Recordamos que este blog está abierto a los lectores. Si quiere expresar su opinión libremente o realizar cualquier tipo de pregunta al editor sólo tiene que enviar un correo a elrinconmyd@hotmail.com
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