domingo, 30 de diciembre de 2012
MI PRIMERA VEZ EN SAN MAMES
A nuestro bendito templo de San Mamés le queda poca vida. Apenas unos meses. Los tiempos cambian y hay que renovarse, aunque la cercanía de La Nueva Catedral (apenas unos metros) dejará intacto el enorme sentimiento que llevamos intrínseco todos los aficionados al mejor equipo del mundo, el Athletic, cada vez que entramos al Estadio. Los pelos se nos ponen de punta, el corazón se dispara a infinito y las ganas de llorar por la emoción que nos invade son inmensas. San Mamés va unido al Athletic y ese nexo nos hará aún más grande de lo que somos.
Y lógicamente a uno le viene a la memoria la primera vez que visité La Catedral. Fue a finales de 1983. Era la primera vez que acudía a Bilbao, la bendita tierra euskalduna a la que le profeso fervor y un gran amor porque mi aita me enseñó a amarla desde txikia a pesar de haber nacido a 3.000 Kilómetros de distancia (le estaré eternamente agradecido porque me siento vasco por los cuatro costados), y coincidió con la disputa de dos partidos de nuestro Athletic. Uno de Liga ante el Murcia, ganamos 4-1, y otro de Copa de Europa ante el Liverpool, perdimos 0-1 quedando eliminados. Y recuerdo perfectamente cómo fuimos a La Catedral. Enfilamos La Calle Licenciado Pozas a la altura del Hotel Carlton y una vez que cruzamos Sabino Arana, mi aita dijo: "Mira pa enfrente Iñaki". Miré y me quedé flipando, alucinando,... estábamos ante el escudo del Athletic que hay en uno de los laterales de La Catedral. Lo vi y ese momento, tenía nueve años, me lo guardo para siempre. Había visto algo grandioso y transcurridos 30 años me emociono...
Recuerdo que en los aledaños de San Mamés instalaban "esos chiringuitos" donde vendían bufandas, banderas, camisetas... del Athletic. Mi madre me compró una bufanda que aún conservo y entramos al recinto inaugurado el 21 de agosto de 1913. Rebobino la cinta y me estoy viendo en la grada con mi bandera del Athletic que le había bordado mi abuela del Puerto de la Cruz a mi padre al poco de llegar a la isla en 1959. Estaba en la gloria con mi aita, mi primo Joseba y su aita Jose Ignacio. Si no me falla la memoria el primer partido que vimos fue ante el Murcia un sábado y luego el miércoles acudimos al choque europeo frente al Liverpool donde un gol de Ian Rush nos apeó de la competición.
¡¡¡Diooooosssss... qué bien se ha portado mi aita!!!. Quizás no me lo merezco porque es un tío cojonudo al que la vida ha maltratado. Pero él sigue luchando como un jabato y aunque está perdiendo la memoria lleva a su Athletic y a su Botxito en su corazón. Eskerrik asko aitatxu por transmitirme lo que siento por nuestro conjunto rojiblanco y por Euskadi. Yo haré lo mismo con mi hija Nagore, nacida en Barakaldo hace ocho meses. Le enseñaré a amar al Athletic y a Euskadi entera. Y le hablaré de San Mamés... entre otras muchas cosas. Y de la primera vez que fui con aitite a La Catedral. Y seguramente no podré aguantar y se me saltarán las lágrimas... ¡¡¡Gora Athletic, Gora Euskadi... y Gora San Mamés!!!
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