En el Athletic hay un futbolista que está viviendo su plenitud, está que se sale y se ha convertido en el auténtico líder de un equipo que ha recobrado la ilusión en el torneo liguero tras ganar los dos últimos partidos. Se llama Aritz Aduriz. Lleva 14 goles, está como una moto perfectamente engrasada y a este ritmo alcanzará los 30 chicharritos seguro, seguro... "y más seguro".
La trayectoria del delantero guipuzcoano es sencillamente genial. Y creo firmemente que no se le está dando la importancia que realmente tiene. Todos los problemas generados en el conjunto rojiblanco han relegado injustamente su excelente rendimiento a un segundo plano. Y ya es hora de que olvidemos a jugadores que no quieren estar y nos centremos en aquellos que están aportando mucho... muchísimo. Uno de ellos es Aduriz. Mete goles que valen puntos, los dos últimos tantos han supuesto seis puntos de oro y se está ganando a pulso que Vicente Del Bosque mire para Bilbao de una puñetera vez y lo convoque. Se merece con creces volver a la selección. Los números mandan y se imponen, y si el técnico salmantino no le da una oportunidad es una injusticia como la copa de un pino. Al combinado nacional deben acudir aquellos jugadores que mejor forma presentan y Aduriz reúne esas condiciones desde hace tiempo. Y por cierto, su retorno ha sido todo un acierto del grupo presidido por Josu Urrutia. Y los que estábamos escépticos ante su llegada -- un servidor entre ellos -- nos la hemos tenido que zampar con el rico mojo picón canario y las papas arrugadas. Sin embargo, qué gustazo. Ojalá Aduriz siga metiendo goles, goles, goles... y más goles.
De resto, no hay que lanzar las campanas al vuelo. Más feliz que una perdiz con los dos últimos triunfos ante Celta y Mallorca, pero vayamos paso a paso porque los batacazos en La Europa League y en La Copa aún duelen de lo lindo. Y señor Bielsa, ¡¡¡no sea pesado coño, qué injusticia ni que carajo!!! El Athletic ganó en Palma porque metió la bolita en la portería advesaria. Y el Mallorca no lo hizo porque a pesar de contar con más ocasiones que nosotros no estuvo atinado y se topó con un Iraizoz ágil y felino. Y de eso se trata, de meter el baloncito. Lo demás es vender una moto sin ruedas ni período de garantías.
Y don Marcelo no se corte un pelo a la hora de sentar en el banquillo o en la grada a Llorente, a Amorebieta... o a Dios bendito si hace falta. Los buenos resultados son la mejor terapia para relanzar a un equipo sumido en crisis y se tiene que anteponer el interés colectivo ante el personal. El Athletic está por encima de todos nosotros.
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