sábado, 30 de noviembre de 2013

GOIKO Y CARLOS RECUERDAN A BETI DUÑABEITIA


 

Hace unos días falleció BETI DUÑABEITIA, presidente del ATHLETIC del año 77 al 82. Recogió el testigo de un conjunto rojiblanco subcampeón de la Copa de la Uefa y puso los cimientos de un Athletic Txapeldun afrontando una profunda renovación. Dio la alternativa a Javier Clemente y fue el encargado de izar LA IKURRIÑA por primera vez en San Mamés.



                            ANDONI GOIKOETXEA (EX JUGADOR DEL ATHLETIC)

Le recuerdo como una gran persona. Siempre con una sonrisa para todo el mundo. Un presidente que fue a servir al Athletic. Hace un par de meses lo encontré paseando por Bilbao y su conversación era muy enriquecedora, por supuesto hablando del Athletic. Se ha ido uno de los nuestros. Hasta siempre Beti.

 

        CARLOS RUIZ (EX JUGADOR DEL ATHLETIC. ULTIMO PICHICHI ROJIBLANCO)

Salió presidente después de la amplia época en la que los presidentes eran de la zona de Neguri y aquello supuso un cambio importante. El recuerdo de él es el de una persona afable, cercana y educada. Tampoco es que los jugadores tuviésemos una relación especial con el presidente, por lo menos yo, como para destacar otro tipo de cualidades. Pero es bien cierto que durante su mandato el equipo consiguió mantener el equipo de las dos finales del 77 y armar el que fue posteriormente con Javi Clemente campeón de Liga y Copa. También la remodelación del campo de San Mamés para el mundial del 82. Por todo ello, creo que tuvo una gestión destacada y acertada en la dirección del Athletic en aquellos años.
Como una posible anécdota recuerdo que al poco de salir presidente nos convocaron a varios jugadores para tener una reunión con la Junta Directiva e intercambiar opiniones. Lo primero que nos dijeron fue que cobrábamos mucho. La verdad es que en aquellos años no era de los equipos que tuviera un caché muy alto, aunque acabábamos de llegar a las dos finales (Copa y Uefa) y no sé si se querían curar en salud por si nos íbamos a subir a la parra y a pedirles el oro y el moro. De todos modos, no me pareció muy bien que fuera casi su tarjeta de presentación nada más empezar a hablar.
 

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