viernes, 29 de noviembre de 2013

EL BARCA LLEGA HERIDO A SAN MAMES


 
Una racha de 20 partidos sin conocer la derrota en toda la temporada se truncó el martes en Ámsterdam. El rival que el Athletic recibirá el domingo en el nuevo San Mamés llega herido. Salió tocado y hundido del Ámsterdam Arena. Y no por el resultado adverso, sino por la lamentable imagen que ofreció.

El Athletic, el domingo, sufrirá o se aprovechará de las consecuencias de una derrota que ha escocido mucho en la Ciudad Condal, en donde ya se cuestiona todo, desde el entrenador al sistema de juego pasando por la actitud de los jugadores. Algo difícil de entender en un equipo que marcha líder en el campeonato liguero, con tres puntos de ventaja sobre el Atlético y seis sobre el Real Madrid. Pero así es el Barça. 
 
El Athletic no está para romances, su trayectoria en la Liga le pone a tiro la zona de la Champions y debe intentar ahondar en la herida azulgrana. A río revuelto, ganancia de pescadores. El río está muy revuelto en el Camp Nou y el Athletic tiene la oportunidad de aprovecharse de ello ahondando en la herida que se abrió en Ámsterdam. Pero también puede ocurrir que el nuevo San Mamés reciba por primera vez a un Barça revolucionado, con ganas de borrar el mal recuerdo del viernes y con una actitud muy diferente a la que mostraron sus jugadores en el intrascendente partido del Ámsterdam Arena. Es otra competición, otro rival y otro campo. Otra mentalización. La afición blaugrana espera que en Bilbao sus jugadores corran como no corrieron en Holanda, entre otras razones porque, si no van con la idea de ponerse el traje de faena y correr, es prácticamente imposible sacar un buen resultado de Bilbao. 

Lo preocupante para el Athletic es que, sin Messi, este Barcelona da miedo. Si Neymar se pone las pilas y Xavi, Iniesta, Cesc, Pedro, Alexis, Busquets, Piqué y compañía le secundan, será muy difícil hincarle el diente. Si a su calidad técnica le añaden entrega es prácticamente imposible vencerles, aunque esta vez el Barça se presenta en Bilbao sin Messi, el hombre que por sí solo es capaz de cambiar la suerte de un partido. Está Neymar, pero el brasileño no es Messi. Es un futbolista extraordinario, pero no alcanza el nivel mágico del argentino. Y también estará Iniesta, un futbolista que se siente muy extraño en Bilbao porque es el único lugar de España en donde no sólo no se le aplaude sino que se le abuchea. Y eso, aunque no lo parezca, es también un aliciente que invita a superarse. De lo que no hay duda es que lo que veremos el domingo en el nuevo San Mamés será un partidazo.

ARTICULO DE PEDRO RIAÑO. FUE DIRECTOR Y COLUMNISTA DE LA REVISTA DON BALON. EN LA ACTUALIDAD ES DIRECTOR DE  WWW.MADRID-BARCELONA.COM 

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