En primer lugar, acláranos la situación. ¿Has sido destituido o has presentado tu dimisión?
Presenté mi dimisión el lunes y una semana más tarde me la aceptaron.
¿Qué motivos te han llevado a tomar este camino?
Muchas cosas que fueron sucediendo y al final era lo mejor.
¿Existía un ambiente de crispación en torno a Patxi Salinas?
Sí, y así es difícil trabajar.
¿Cómo era la relación entrenador-jugadores del Sant Andreu? ¿Te han fallado los encargados de conducir la pelota?
Las relaciones eran las normales de entrenador-jugador, pero si es verdad que te fallan los que menos te esperas. Por eso, de todo se aprende.
¿Y los dirigentes han hilado fino en todo momento o se han desviado del sendero adecuado?
En el mundo del fútbol cada uno defiende lo suyo.
¿Por qué no han podido alcanzar una buena línea de resultados?
Al principio, nos ha faltado regularidad fuera de casa. Luego, estuvimos mejor fuera, y en casa en los partidos claves por una u otra razón no ganamos.
Tenías depositadas muchas esperanzas en esta nueva etapa catalana. ¿Desilusionado?
No, para nada. Era una oportunidad buena. En Copa conseguimos pasar tres rondas y en la cuarta caímos dignamente contra el Atlético Madrid. Deportiva y económicamente para el club fue fantástico. En Liga, estábamos en el puesto trece. Debajo nuestro había todavía siete equipos. No es excusa, pero en enero dejaron marchar a nuestro mejor delantero, Francis Ferrón (llevaba 6 goles).
¿Qué harás hasta final de temporada?
Descansar, viajar y ver fútbol.
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