RUBEN BILBAO BARRUETABEÑA. Ex jugador del ATHLETIC y BETIS. En Bilbao sólo tuvo dos apariciones con el equipo Txapeldun de Javier Clemente. Sin embargo, su concurso fue más fértil en el Benito Villamarín. Además, jugó en un Racing estable en la élite, un Atlético subcampeón de Copa y se retiró en el Cacereño tras pasar por el Avila.
Estás afincado en Valladolid. ¿A qué te dedicas en la actualidad?
Llevo más de quince años trabajando en fundación personas.
¿Mantienes contacto con Euskadi y más concretamente con tu pueblo, Ondárroa?
Visito a los míos de vez en cuando, pero no todo lo que quisiera.
E imagino que estás siempre atento a las noticias que depara el Athletic. Se puede volver a saborear La Champions en el Botxo.
Este año está haciendo una gran campaña. Está jugando muy bien con un juego muy ofensivo. Da igual el rival al que se enfrente.
No participas, pero compartes vestuario con la plantilla rojiblanca que disputa la edición de La Copa de Europa de la temporada 83-84. ¿Cómo recuerdas aquellos partidos ante el Lech Poznan y Liverpool?
El partido de vuelta ante el Liverpool, después de empatar el Athletic a cero en Inglaterra, fui a verlo a San Mamés. El Liverpool me pareció un equipazo, dominaron el partido. Me dio la impresión de que podían meter gol en cualquier momento, el Athletic se vio superado.
Debutas un 29 de octubre de 1983 en Sarriá. El encuentro lo ofreció TVE...
También fue el debut de Andrinúa que jugó de titular. Yo jugué los últimos veinte minutos. Empatamos a cero y fue mi sueño hecho realidad. Toda la familia me apoyó y estuvo pendiente de esa gran día.
También disputas un partido en el Nou Camp de titular.
Fue la vuelta de la Supercopa. El Barcelona había ganado uno a tres en San Mamés y Clemente llevó a muchos jugadores del filial. Nos salió un partido muy completo, ganamos 0-1 e incluso tuvimos la oportunidad de empatar la eliminatoria. Aunque el Barcelona ganó la Supercopa, nosotros estábamos contentos de ganar en el Nou Camp.
¿Era complicado jugar en aquel Athletic Txapeldun? ¿Qué te transmitía Javier Clemente?
Cuando estás en un filial y el primer equipo gana dos Ligas y una Copa del Rey, es muy difícil subir al primer equipo. Javier Clemente es un gran entrenador. Era diferente, hablaba más con los jugadores, tenía mucha personalidad.
Vives el recibimiento por la Liga y la Copa del año 84 subido en La Gabarra. Recuerdo un joven Rubén Bilbao saliendo al balcón del Ayuntamiento del Botxo con el trofeo en la mano...
Es uno de los días que nunca olvidaré. Jamás vi tanta gente en la calle, en la ría, en los balcones, en los puentes... Toda la ciudad y gente de la provincia salió a recibirnos, fue muy emotivo. En esos detalles se ve el verdadero sentimiento de los aficionados del Athletic.
¿Por qué abandonas el Athletic? ¿Era buena la oferta del Rácing de Santander?
Llevaba ya cuatro años en el filial y sabiendo que era muy difícil subir, me atrajo la oferta de poder jugar en Primera División.
En tierras cántabras te encuentras con un ex del Athletic en el banquillo.
Maguregui era un entrenador de la vieja escuela. Era una gran persona, sabía lo que quería y sus equipos lo daban todo en el campo. Nos mantuvimos dos años en Primera División sin pasar dificultades.
Disputas 62 partidos en dos campañas y anotas cuatro goles. Con 24 años estabas en la cúspide.
Fue mi mejor momento futbolístico. Fueron dos años muy felices en Santander.
1986. ¿Cómo surge el interés del Atlético de Madrid?
Firmé por dos años con el Rácing y el Atlético se puso en contacto conmigo para ficharme al quedar libre. Me hizo mucha ilusión ir a un equipo de la categoría del Atlético de Madrid.
Te dirige un grande de los banquillos tristemente desaparecido, disputas un partido de la Copa de la Uefa, una final de Copa, tienes de compañero a dos ex del Athletic...
Me fichó Luis Aragonés, pero en pretemporada tuvo una depresión y dejó de entrenar. Coincidí con Julio Salinas, que ya nos conocíamos desde juveniles, y con Uralde. Compartimos piso los tres en Las Rozas. Un artículo nos denominó "Los Bonitos del Norte".
¿Triunfar a orillas del Manzanares era como subir al Teide y lo mejor fue la salida a Valladolid?
Mi entrada en el Atlético de Madrid fue accidentada. Llegué operado de pubis y me costó recuperarme. Al finalizar la temporada, en un partido de Copa del Rey contra el Valladolid, en un choque con Pepe Moré, ambos nos rompimos el ligamento lateral interno. Mi deseo era jugar y me ofrecieron una cesión al Valladolid.
Y en 1988 llegas al Real Betis Balompié ¿Cómo se concreta el fichaje?
Al quedar libre, cuando terminé contrato con el Atlético de Madrid, el Betis se interesó por mi. Por aquel entonces, lo entrenaba Eusebio Ríos y fiché por tres años.
Esa temporada pierden la categoría en una fatídica promoción ante el Tenerife.
Sí. El Tenerife nos ganó cuatro a cero en el Heliodoro. A ellos les salió todo y a nosotros no nos salió nada. Recuerdo que en la charla del entrenador antes del partido, le habían pasado un informe de Rommel Fernández donde decían que era un jugador que no era alto, que era muy estático y que no iba bien de cabeza. Hizo un partidazo. Rommel era un tanque. Se movía por todos lados y nos hizo algún gol de cabeza.
Regresan a Primera División. Sin embargo, era un Betis titubeante.
Uno de los problemas del Betis de aquella época era que no tenía paciencia con los entrenadores. En las tres temporadas que estuve, tuve ocho entrenadores y eso crea una gran inestabilidad.
Juegas con el ex técnico verdiblanco Pepe Mel. ¿Cómo valoras su trayectoria en Heliópolis?
La campaña anterior hizo una temporada fantástica y todo el mundo le alababa. En el presente curso no tuvieron paciencia con él. Yo creo que si hubiera seguido Pepe Mel, no estarían en puestos de descenso.
Parece que una de las últimas balas que tiene el Betis para evitar el desastre es ganar al Athletic.
Me gustaría que el Athletic se clasificara para La Champions y que el Betis se salvase del descenso. Eso sería lo ideal.
Volviendo a Bilbao. ¿Por qué la defensa rojiblanca se muestra débil y endeble en muchas ocasiones? El último ejemplo los dos goles encajados ante el Espanyol. ¿Dónde están los Goiko y Liceranzu que conociste?
Goiko y Liceranzu eran una gran pareja de defensas. Jugaron mucho tiempo juntos y se conocían a la perfección. La defensa actual del Athletic también está compuesta por grandes jugadores. Sergio García, jugador del Espanyol, juega muy bien a espaldas de los centrales, es un jugador muy listo. Laporte es un jugador joven con un grandísimo futuro y con los años será de los mejores centrales de la liga española.
Lezama. Da la sensación que llegar al primer equipo es "muy fácil". Tu, Oscar Vivanco, Murúa, Aspiazu... podrían hablar de lo complicado que era acceder al Athletic ¿el nivel ha sufrido un bajón considerable?
Yo soy de los que pienso que todas las generaciones nuevas son mejores que las antiguas. Hoy en día, los jugadores están más preparados física y técnicamente que hace años. Jugadores de la altura de Ibrahimovic, Llorente, Ronaldo, Piqué... tienen una coordinación y una técnica que en mi época no había en ese tipo de jugadores.
¿Vas con el Athletic o con el Betis este domingo?
En todas las quinielas siempre pongo vencedor al Athletic sea cual sea el rival. Pero deseo que el Betis se mantenga en Primera División.
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