CARMELO RODRIGO CALVO. Licenciado en Derecho. Socio del ATHLETIC desde 1980.
Derrota ante el Madrid llena de polémica.
Pues sí. Los partidos frente a Real Madrid, Barsa, Real... siempre aparejan un plus de intensidad, bien por la rivalidad existente o bien por la cantidad de encuentros en los que se han enfrentado, lo que los convierte en Clásicos. En el caso que nos ocupa, el del pasado domingo, fue un choque bonito en líneas generales, entre dos equipos que se respetaban mucho, y cuyo resultado final vino condicionado por la actuación del VAR.
Vamos al penalti que origina el 0-1. ¿Es pena máxima?
Si me preguntas a ver si técnicamente es penalti, te contesto que sí; pero si me cuestionas sobre si yo lo pitaría según mi manera de entender el fútbol, te diré que nunca. El fútbol es un deporte de contacto, y el VAR lo está convirtiendo en una actividad de “mírame y no me toques”. Y eso no me gusta.
En pleno S.XXI sigue dando la sensación que los árbitros se decantan a favor del poderoso de manera descarada
Tengo oído a ex jugadores de aquel Athletic bicampeón del 82 al 84 que nunca en su carrera recibieron arbitrajes tan “amables” como en aquella época, por lo que el hecho de inclinarse hacia el fuerte debe de ser consustancial con la naturaleza humana. Sinceramente creía que la aplicación del VAR serviría para amortiguar esa inclinación, pero…
Y por supuesto, no podemos omitir dos acciones de Sergio Ramos, una con Raúl García y otra con Dani García. El defensa merengue parece que tiene barra libre allá donde vaya
Ramos es un grandísimo jugador de fútbol, y del otro fútbol. Ejecuta ambos con maestría, y es un activo valiosísimo para su equipo, el típico jugador que odias si juega contra ti, y adoras si lo hace con tu camiseta. Dicho esto, él juega como es, y la responsabilidad de que en ocasiones se extralimite sin recibir sanción recae en los que lo juzgan, desde el terreno de juego y desde Las Rozas.
Muniaín sí habló claro al final del partido. ¿Le deberíamos pedir a nuestro presidente Aitor Elizegui que dé caña en los medios ante por ejemplo esta injusticia sin olvidar lo sucedido hace muy poco en el Nou Camp?
Iker estaba cabreadísimo, por el momento y porque venía de una pelotera en el campo, y dijo en público lo que muchos estábamos comentando en nuestras casas. Personalmente creo que la Junta Directiva no debe caer públicamente en el forofismo, pero sí buscar los cauces adecuados en los que dejar patente su malestar y hacer algún tipo de presión. Al fin y al cabo, somos el Athletic, un referente en el fútbol español tanto por historia y por idiosincrasia como por presupuesto. El daño que se nos provocó el domingo no fue solo la privación de un punto en la lucha por Europa, sino la pérdida de Raúl García para el Pizjuán tras una tarjeta amarilla desopilante, y ahí sí que debería forzar Elizegi algo la máquina…
Desgraciadamente, perdimos el partido por cuestiones extradeportivas, aunque ofrecimos una buena partitura, ¿qué te pareció?
Siendo totalmente sincero, en conjunto el empate a cero hubiera sido un resultado justo, aunque si el partido hubiese sido un combate de boxeo, el Madrid habría ganado a los puntos. Vi a los merengues más serenos y tranquilos, bien colocados en el campo y con ese toque de frescura que te da el hecho de tener un banquillo largo y de calidad contrastada, sobre todo a raíz de poder efectuar cinco cambios por encuentro. Pero repito que el empate no hubiera sorprendido ni disgustado a casi nadie.
Se antoja súper necesaria la victoria mañana frente al Sevilla. Si ganamos y pierde la Real, nos metemos séptimos
En general comulgo con la frase tópica de Simeone, esa que dice “partido a partido” pero ahora, a falta de cuatro jornadas para acabar esta historia y yendo a remolque en la clasificación de cara a Europa, lo importante es la cantidad de puntos que saquemos de los doce que hay en liza, independientemente de contra quién se consigan. El Sevilla no va a ser un rival directo, así que los puntos contra ellos no tendrán doble valor. Mi opinión es que debiéramos sacar mínimamente diez de los doce puntos que restan por disputar… y esperar a ver qué hacen los demás.