AITOR LARRAZABAL. Con 449 partidos, ocupa el octavo puesto en la lista de jugadores que más partidos han disputado con la camiseta del Athletic. De 2011 a 2015 fue Director Deportivo de Lezama... aunque discrepancias con la cúpula rojiblanca propiciaron su adiós. Ha retornado con éxito a las labores técnicas.
Objetivo cumplido. El Marbella permanecerá una temporada más en Segunda B.
Sí, con mucho sufrimiento, pero lo dejamos una campaña más en la categoría.
¿Por qué te sumerges en esta aventura de tres partidos en La Costa del Sol?
Realmente por las ganas de volver a los banquillos y de volver a sentirme entrenador después de un ciclo de cuatro años en el que estuve en los despachos y había perdido un poco las sensaciones del césped.
Y lo haces con otro ex rojiblanco, Gontzal Suances.
A Gontzal le conozco primero porque fue compañero mío y segundo porque conozco su forma de entrenar en los años que hemos compartido en Lezama.
En la presente temporada habías barajado otras opciones. ¿Por qué no cuajaron?
Sinceramente, tras anunciar mi marcha en junio del 2015 me vi con muy poco tiempo para sumergirme en el mercado y alguna de las opciones que se barajaron en ese momento no cristalizaron por falta de tiempo.
Tu trabajo en Marbella ha sido muy valorado. Los jugadores hablan muy bien de tu metodología.
Al final, solamente desarrollamos la idea futbolística que tenemos en mente, y esto si, lo hacemos de una manera ordenada, sistemática, moderna y lo más real posible para que los jugadores vean lo que esperamos de ellos.
Sin embargo, no dirigirás al conjunto andaluz el próximo curso 2016-2017.
Desgraciadamente para mis intereses, el Marbella, a través de su nuevo Director Deportivo, ha decidido contar con la figura de otro entrenador, un amigo de Alessandro Gaucci.
A la chita callando, vas contrayendo méritos. Ahí está tu labor en el Gatika, el Lemona y Marbella.
No es un currículum extenso. Sin embargo, en los equipos en los que he estado el trabajo y los resultados siempre han sido mejor de lo esperado.
Hablamos del Athletic. ¡¡¡Por tercer año consecutivo, jugaremos en Europa!!!
Orgullosísimo del rendimiento que esta plantilla ha vuelto a ofrecernos y feliz por volver a disfrutar un año más de una competición continental.
¿Cómo valoras el trabajo ejecutado por Txingurri Valverde?
Como socio del Athletic el trabajo de Ernesto y de su grupo está siendo durante los últimos años digno de mención. Ver a nuestro equipo codearse con auténticas selecciones mundiales y hacerles frente me produce una satisfacción tremenda.
Una pieza clave en el engranaje rojiblanco ha sido Aduriz. Como el buen vino, mejora con los años.
Así es. Tenemos un delantero de categoría nacional que conforme han transcurrido los años ha ido a más en su progresión y rendimiento y siempre he pensado que tiene que ser un ejemplo para los jugadores de nuestra cantera.
La otra cara de la moneda es el adiós de Carlos Gurpegui. Se nos va un emblema.
La ley del fútbol obliga a que jugadores como Iraola o Gurpegui y, en otras épocas a otros grandes jugadores, les haya llegado ese momento, pero no por ello tenemos que estar tristes sino felices de que jugadores de esta talla hayan vestido en tantas ocasiones la camiseta del Athletic.
Durante 14 temporadas ocupas el lateral izquierdo del Athletic. Algunos añoramos más contundencia en el aspecto defensivo. ¿Por qué se cometen tantos errores en retaguardia? Y no es un invento, ahí están las imágenes.
La llegada de Balenziaga ha aportado esa contundencia a la que haces mención. Lo ideal es buscar el equilibrio ofensivo-defensivo y esto es algo que no todos los jugadores poseen, aunque es cierto que el hecho de que el Athletic vuelva a estar entre los cinco mejores de la Liga es sinónimo de que dentro de esta plantilla existe un equilibrio importante.
¿En Lezama se enseña a sacar la pelota jugada y hemos perdido eficacia a la hora de despejar el esférico en situación comprometida?
Reitero que el equilibrio es lo fundamental. A veces quizás se insista demasiado en este hecho, pero los jugadores tienen que tener la suficiente autonomía para decidir lo más conveniente en cada situación.
¿Ha sido un fracaso el descenso del Bilbao Athletic?
No sé si tildarlo de fracaso, pero sí ha sido una lástima. El ascenso de la temporada pasada supuso una enorme alegría y no poder mantener la categoría este año produce cierta desilusión pero ahí está el trabajo de su cuerpo técnico y el esfuerzo de los chicos compitiendo por cada partido.
¿Te veremos algún día sentado en el banquillo local de San Mamés?
Esa es la máxima ilusión que un ex-jugador del Athletic puede llegar a tener si se dedica a esta profesión. Ojalá se pueda dar el caso.
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