Lo ofrecido por el Athletic en el Calderón resultó un auténtico escándalo. Un bochorno. Un tremendo insulto a lo que siempre nos caracterizó, es decir, no bajar la guardia en ningún momento y plantar cara al contrario hasta el último suspiro. Lamento decirlo, pero fue vergonzoso.
En Madrid comparecieron once gatitos con el miedo metido en el cuerpo. Pese a un inicio prometedor, la realidad nos puso pronto en nuestro sitio. Nos acobardamos, nos acojonamos para ser más exactos y pusimos en bandeja el triunfo a un Atlético que según me indican no va a lavar las camisetas que utilizó porque no desprenden olor a sudor. Están limpitas. Apenas tuvieron que esforzarse.
Recuerdo una frase de mi estimado Javier Clemente calificando a los jugadores rojiblancos de mingafrías en su segunda época en San Mamés (temporada 90-91). Pues los futbolistas que saltaron al terreno madrileño se ganaron con creces este tratamiento en la valoración post partido. No hubo actitud ni ganas. Tocaba jornada de liga y cumplieron el trámite.
Me descojona leer a algunos añorando la presencia de Bielsa en el banquillo del Athletic. ¡¡¡Pero si venimos de un caos total con el técnico argentino dirigiendo nuestra nave!!! ¿O no recuerdan cómo dejó al Athletic la pasada temporada? Más roto que un servidor cuando terminaba las medias maratones que corrió en su día. Pues entonces imagínense...
Valverde es el máximo culpable de lo que está aconteciendo. Esto es una evidencia. No es capaz de transmitir al equipo un espíritu ganador y lo mejor es que tenemos 20 puntos. Un servidor soñaba con lograr algo grande tras alcanzar dos victorias consecutivas. Sin embargo, lo sucedido en las dos últimas jornadas ante Elche y Atlético precipitan al vacío todas las ilusiones. Vamos a conseguir 42 o 43 puntos cuanto antes... y luego hablamos.
Yo pensaba que Aduriz tenía razón en sus protestas. Creía que le daban caña y los árbitros pasaban por un tubo. Menudo error. Aduriz está los noventa minutos quejándose como una nenaza y ya vale. Preócupate en mejorar tus números y deja las chorradas a un lado. Te quejas absolutamente por todo y algunos ya te hemos pillado. ¡¡¡Espabila coño!!!
Si queremos seguir en la pomada europea habrá que ganar al Levante de un Caparrós que no se presentará en Bilbao a hacer turismo. Y esperemos que los once gatitos que jugaron en el Calderón afilen sus uñas en la presente semana porque sino nos va a devorar cualquier cachorrito.
P.D: Faltando diez minutos para la conclusión del partido me fui del bar donde estaba viendo el bochorno. La indignación era total y los nervios me estaban generando "un bujero" en el estómago impresionante. Pese a todo soy y seguiré siendo del Athletic hasta el infinito. Somos lo más grande que hay en el mundo.
P.D: Faltando diez minutos para la conclusión del partido me fui del bar donde estaba viendo el bochorno. La indignación era total y los nervios me estaban generando "un bujero" en el estómago impresionante. Pese a todo soy y seguiré siendo del Athletic hasta el infinito. Somos lo más grande que hay en el mundo.
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