Sin ser dos trayectorias análogas, ni muchísimo menos, ambos representan el triunfo de una excelente trayectoria ganada a pulso y con mucha honradez.
Mikel Rico estuvo en Lezama, pero tuvo que emigrar al sólo disponer de un partido con el Basconia para opositar a rojiblanco del primer equipo. Descendió a las profundidades del mundo balompédico y poquito a poquito se granjeó con todo derecho su regreso a Lezama. Conquense, Ejido, Huesca y Granada fueron las estaciones donde rindió a un nivel sobresaliente hasta que explotó con el Granada ascendiendo a Primera División. Ya en la élite, se convirtió en una pieza indiscutible del conjunto nazarí lo que despertó el interés de Ibaigane por un jugador honesto a carta cabal, luchador incansable... y técnicamente muchísimo mejor de lo que algunos piensan. Además, leí hace tiempo en algún portal que Rico siempre preguntaba por el resultado del Athletic nada más finalizar los partidos de los equipos en los que militaba. Su ADN es cien por cien rojiblanco de San Mamés y este sello lo deja patente en cada encuentro que disputa con los leones. Este jueves sumará su presencia número cien con el Athletic y sin duda, lo vivirá a tope dándolo absolutamente todo por el equipo que lleva en lo más profundo de su corazón. Su aportación al Athletic ha sido encomiable en las últimas tres temporadas.
Y qué podemos decir de Carlos Gurpegui. Buena persona, rojiblanco hasta la médula... y notable futbolista. Algunos indeseables le hicieron muchísimo daño con una sanción totalmente injusta, pero el defensa navarrico se sobrepuso con una fortaleza impresionante y volvió a los terrenos de juego con decisión, valentía... y dejando claro que aún tiene mucho fútbol en sus botas. Además, otros entendidos llevan años jubilándolo. Sin embargo, Gurpe ha demostrado y sigue demostrando que está en plenas condiciones para rendir en la élite. Su partido en el Nou Camp en la vuelta de la Supercopa fue inconmensurable y levantó un trofeo que llevaba anhelando durante mucho tiempo viviendo a tope el momento. Y no debemos olvidar la larga lista de lesiones que ha sorteado de la que se ha sobrepuesto a las mil maravillas.
Rico cumplirá cien partidos ante el Ausburgo y Gurpegui cumplió 300 el pasado domingo ante el Getafe. Ambos son dos leones auténticos. La afición rojiblanca los adora.
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