ANTONIO CALDERON. Segundo técnico del GRANADA, próximo rival del ATHLETIC este domingo en San Mamés. Sin embargo, antes de desarrollar su actual cometido y de ser primer entrenador del Cádiz, Huesca, Tenerife... militó en Primera División en las filas del Cádiz, Mallorca y Rayo Vallecano acumulando más de 200 partidos. Recuerda con mucho cariño y afecto al conjunto rojiblanco.
Te habíamos perdido la pista tras tu etapa de entrenador en el Tenerife... y hace pocos días nos enterábamos de que eres segundo técnico del Granada. ¿Cómo se concreta tu fichaje?
Pues mira, fue muy curioso. El lunes 22 de febrero, sobre las ocho de la tarde, llegué a casa y vi que tenía varias llamadas perdidas en mi móvil. Eran de Jose González. Entonces, se estaba rumoreando que podía volver al Cádiz. Cuando le llamo para ver qué necesitaba, me comunicó que había fichado por el Granada CF, de Primera División, y que le gustaría contar conmigo en ese proyecto. Aunque yo nunca he sido entrenador ayudante, pensé inmediatamente que se trataba de una gran oportunidad. Un reto nuevo, diferente, que iba a requerir lo mejor de mi. Además, estaba en esos momentos sin entrenar... acepté rápidamente.
Pues mira, fue muy curioso. El lunes 22 de febrero, sobre las ocho de la tarde, llegué a casa y vi que tenía varias llamadas perdidas en mi móvil. Eran de Jose González. Entonces, se estaba rumoreando que podía volver al Cádiz. Cuando le llamo para ver qué necesitaba, me comunicó que había fichado por el Granada CF, de Primera División, y que le gustaría contar conmigo en ese proyecto. Aunque yo nunca he sido entrenador ayudante, pensé inmediatamente que se trataba de una gran oportunidad. Un reto nuevo, diferente, que iba a requerir lo mejor de mi. Además, estaba en esos momentos sin entrenar... acepté rápidamente.
¿Cuesta asimilar el cambio de ser el líder en el banquillo a convertirse en ayudante o uno se percata de que el salto cualitativamente hablando es importante?
Siempre he contemplado la posibilidad de ser entrenador ayudante. Nunca me había cerrado a dicha posibilidad. Pero también es cierto que nunca había trabajado con tal rol. Se dan dos circunstancias que me han ayudado a tomar la decisión de aceptar.
La primera es que Jose González, el primer entrenador, es amigo y nos conocemos bien. Aunque vemos el fútbol igual, cada uno tiene su estilo y combinan bien. La segunda es que se trata de Primera División, con todos los medios a tu alcance. Personalmente, me estoy adaptando bastante bien.
Militas diez temporadas en Primera División y te encuentras en muchas ocasiones con el Athletic...
Me acuerdo que eran siempre partidos muy intensos. Los jugadores vascos son nobles, bravos y muy competitivos. Y San Mamés siempre ha sido un escenario especial. Ir a Bilbao y poder sacar un resultado positivo era siempre muy complicado. Con el Cádiz conseguimos un empate a cero que nos dio la permanencia matemática en la 87/88. Fue muy emotivo.También me acuerdo de un gol que marqué al Athletic en Mallorca, en un Lluis Sitjar que parecía estar en el norte por la cantidad de agua que cayó ese día. Las condiciones eran favorables al Athletic, puesto que estaban mucho más acostumbrados que nosotros a los campos blandos. Sin embargo, conseguimos ganar 1-0 con mi gol a Biurrun.
En el Cádiz te dirige un ex rojiblanco, Helmut Senekowitsch.
Senekowitsch no tuvo suerte con los resultados en el inicio y estuvo poco tiempo. El listón estaba muy alto debido a la temporada anterior y a los siete partidos ya no estaba con nosotros. Era buena persona. Hay una anécdota muy graciosa de Helmut en Cádiz. En sus charlas solía finalizar diciendo "juntos, vamos a ganar", pero desgraciadamente, no lo conseguíamos. En su último partido al frente, ya con mucha presión sobre su puesto, acabó la charla diciendo "juntos, a ver si ganamos".
En el Rayo Vallecano coincides con Andoni Ayarza y un joven Isma Urzáiz.
Con ambos me llevaba de lujo. Son dos tipos sensacionales. Además, con Andoni coincidí en la sub21. Me acuerdo de un partido Real Madrid - Rayo. Ibamos ganando 0-1 y estábamos muy cómodos en el campo. Andoni jugaba de central junto a Paco Jémez. Pregúntale a Andoni qué pasó. En una jugada sin peligro, casi al final del partido, sacando el balón de atrás, Paco dio un pase a Andoni que casi le rompe el pecho. Andoni, pese a intentarlo, no pudo controlar bien y nos empataron el partido.
Isma tiene una anécdota muy graciosa. Él no era el especialista en tiros libres. Teníamos a Hugo Sánchez y siempre que estaba en el campo lanzaba. Pero creo que en la promoción contra el Compos, marcó un golazo de falta directa. La semana siguiente, cuando íbamos a ensayar las faltas, David Vidal le dijo "donde va usted a tirar faltas" e Isma, con sólo 22 añitos y todo sembrado, le contestó "¡las faltas las tira el que las mete!".
Con el conjunto madrileño disputas un choque tenso en La Catedral en la última jornada del curso 95-96. ¿Notabas el nerviosismo del aficionado rojiblanco? Ustedes también se jugaban mucho.
Claro, nos estábamos jugando la permanencia. Necesitábamos ganar y el Athletic también estaba en peligro. Había nervios, aunque no tengo muy claro los detalles del partido. Sé que perdimos y tuvimos que jugarnos la permanencia en un playoff con el Mallorca. ¡Y lo salvamos!
En la campaña 96-97 militas en el Lleida y creo que imperaba el euskera en las charlas... jejeje.
En Lleida coincidí con Txetxu Rojo. Además de llamarme "Calde" fue el primer entrenador en hacerme bajar de peso. Lo hizo de manera muy natural, convenciéndome. También hice muy buenas migas con Iñigo Lizarralde, que era más o menos de mi quinta, y con Gaizka Garitano y Gorka Bidaurrázaga, unos verdaderos "gaiteros". Muy buenos ratos pasábamos juntos.
¿Qué significado entrañaba jugar en San Mamés?
San Mamés es uno de los santuarios del fútbol, no sólo a nivel nacional sino mundial. La atmósfera que se respira es única. La comunión entre afición y equipo es única y hace que jugar al fútbol allí sea una bendición para el jugador que ama su profesión.
Vamos a la cita de este domingo en el Botxo. Vital para ambos equipos...
Así es. Ambos estamos luchando por conseguir nuestros objetivos. Ambos estamos en un buen momento. Quedan pocos partidos y cada detalle cuenta. Veremos qué pasa al final.
El Granada se encuentra a un punto del descenso. La lucha parece titánica en este tramo final de Liga.
La lucha va a ser dura hasta el final. Los equipos implicados tenemos calendarios parecidos, así que creemos que hasta el último minuto estará todo en el aire. Trabajamos para dar seguridad y confianza al equipo y lo estamos logrando.
¿Los 56 goles encajados son una losa pesada?
Son los que son. Ahora hemos mejorado los registros, y confiamos en que nos ayuden a conseguir los resultados que nos garanticen la permanencia en Primera.
En cambio, en vanguardia disponen de jugadores veloces y ratoneros.
Creemos que disponemos de una plantilla capaz de ganar a cualquier rival y en cualquier campo.
¿Cómo ves al Athletic?
Como equipo lo veo en un gran momento. Como club es digno de mención. Consigue estar al más alto nivel con jugadores de la casa. Hay un gran trabajo de cantera y, a pesar de tener que vender jugadores, siempre consiguen sus objetivos. Es un club con un espíritu único.
¿El Txingurri Valverde es un espejo en el que fijarse?
Está haciendo un gran trabajo. Desde la distancia ves que es un entrenador que no necesita llamar la atención para conseguir el rendimiento de sus jugadores. Ha pasado por momentos difíciles de los que salió con naturalidad. Estoy también seguro que el propio club le ayuda dándole estabilidad.
Y Aduriz parece un chavalito de 20 años...
A mi lo de Aduriz no me sorprende en absoluto. Hoy en día los futbolistas se cuidan bastante y llegan en buena forma a estas edades. Si a esto le sumas todo lo aprendido en sus años anteriores... te conviertes todavía en mejor jugador.
Y por cierto, cómo era eso de poner motes a todos los compañeros. Además, en las partidas de mus te picabas eh...jejeje.
Lo de los motes es típico en Cádiz. Nunca llamamos a las cosas por su nombre. Y menos a las personas. Y como buen gaditano... ¡Jugando al mus no me picaba porque ganaba siempre hombre! Echábamos buenos ratitos... por decir algo, pues nos daban las uvas jugando. Oscar Arias, Gorka, Gaizka y yo. ¡¡¡Qué risas!!!
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