Tras la derrota en Sevilla, el ATHLETIC enfila el tramo decisivo de la Liga donde si quiere entrar en competición europea no debe fallar en San Mamés. Para ello deberá superar al MALAGA este próximo domingo. Y en el conjunto de La Costa del Sol militó FRANCISCO PINEDA. Boquerón de nacimiento, emigró muy joven a la capital de España donde destacó en un Real Madrid que a punto estuvo de alzar cinco títulos en 1983. Tras un notable paso por tierras mañas fichó en el MALAGA donde las lesiones le impidieron triunfar.
Han pasado 27 años de tu retirada. ¿A qué te dedicas en la actualidad?
Estoy retirado y me dedico a la familia y a ver fútbol con mi hijo.
Es un recuerdo imborrable. Metí los dos goles del Castilla en una noche mágica.
Siempre fue un equipo que se me dio muy bien, veía puerta con cierta facilidad.
Fue y es un grandísimo equipo con buenos amigos, con Urkiaga, De Andrés y Argote.
Por cierto, de tu etapa juvenil tienes alguna anécdota con Iñigo Rocky Liceranzu...
Torneo de Obriga en Miranda de Ebro. Final, Athletic-Real Madrid. Balón que despeja Liceranzu, yo, que era muy valiente, fui a interceptar el despeje y me dio en mis partes nobles; estuve un puñado de días acordándome de él. Luego, fuimos rivales y amigos en Primera División.
Por cierto, de tu etapa juvenil tienes alguna anécdota con Iñigo Rocky Liceranzu...
Torneo de Obriga en Miranda de Ebro. Final, Athletic-Real Madrid. Balón que despeja Liceranzu, yo, que era muy valiente, fui a interceptar el despeje y me dio en mis partes nobles; estuve un puñado de días acordándome de él. Luego, fuimos rivales y amigos en Primera División.
Andoni fue un fenómeno como portero y es mejor persona, uno de mis mejores amigos y respetado.
Verano de 1988. El Málaga asciende a Primera División y reclama tus servicios. ¿Por qué decides volver a casa?
Nace mi hijo en Zaragoza y tengo la necesidad y el deseo de volver a Málaga.
Se juntaban tres hijos pródigos: Juanito, Esteban y Pineda. ¿Se crearon unas expectativas muy altas?
Sí, teníamos un gran equipo, pero demasiados años. También estaban Clemente, Ruiz, Lauridsen.....
¿Por qué la alegría en la élite dura tan sólo dos temporadas?
Yo he tenido la gran suerte de haber tenido una larga carrera en la élite.
Y en el plano personal, aparece lo peor del fútbol, las lesiones.
Esa fue mi cruz, demasiadas operaciones: tobillos, menisco, pubis, costillas, hombros... en fin... un desastre.
¿Queda esa espinita de sólo poder disputar ocho partidos con el equipo de tus amores?
Por supuesto, el tobillo me mató. Estuve muy mal y me afectó mucho.
Abandonas tu faceta de jugador y has entrenado a diversos clubes con una incursión en el propio Málaga de coordinador de ojeadores.
Entrenador de categorías inferiores, cadete y andaluza, Tercera División, Segunda B, Director Deportivo en Tercera División y Segunda B, Director Escuela de Arroyo de La Miel durante seis años, coordinador de ojeadores del Málaga y ojeador del Real Madrid primer equipo.
¿Cómo ves a los boquerones? ¿Existe cierto temor porque queda mucha Liga y el descenso no está tan lejos como parece?
El equipo no está bien. Hay mejor plantilla, pero los resultados no llegan. Se fue Juande Ramos y no levantamos cabeza.
La actual situación contrasta con una exitosa participación en la Liga de Campeones donde participaron hace apenas cuatro años.
Sí, pero hace cuatro años la plantilla era muy diferente, con un equipo plagado de talento y calidad.
Y en el Athletic da la sensación que Valverde tiene los días contados...
Es posible por su forma de ver el futbol que cuadra con la forma del Barcelona.
¿Qué partido barruntas en La Catedral?
Un partido complicado para el Málaga necesitado de puntos. Difícil de encarar ante un equipo como el Athletic que juega bien y no especula con el resultado.
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