Quede claro que estoy más contento con la victoria del Athletic que un niño cuando le regalan en Reyes un balón de fútbol y el equipaje rojiblanco. Di un salto con el gol de Aduriz de padre y muy señor mío y cuando el árbitro pitó el final del partido sentí un alivio interior indescriptible. La felicidad fue total y pensé "ondo, ondo... eta oso ondo". Debo puntualizar porque hay algunos amigos que me tachan de anti Athletic e incluso... ¡¡¡de que soy aficionado a La Real Sociedad!!!... ¡¡¡Increíble, pero cierto!!! Lo leo y respetando a más no poder cada pensamiento, me descojono vivo... ¡¡¡Anti Athletic y aficionado txuri urdin!!! ¡¡¡Qué imagen de niño malo das Iñaki!!! ¡¡¡Tienes que ser más bueno!!!... jajaja.
Dejando el cachondeo aparte y reincidiendo en la alegría que me invade, lo sucedido ante el Granada fue nuevamente lamentable y penoso. No hablo de buen o mal juego, eso son chorradas. Me refiero al conjunto, al bloque, a la sensación de equipo que en ningún momento ofrecemos. Distamos un abismo... y parte de otro del significado que tienen esos términos.
Es la primera vez en mi vida -- tengo casi 39 años y recuerdo los últimos 31 del acontecer rojiblanco -- que observo que un equipo nos mete en nuestro propio campo en La Catedral en los diez primeros minutos de partido. ¡¡¡Sí, amigo lector, nos encerraron, cuando antaño era todo lo contrario, apabullábamos al rival y en muchas ocasiones finiquitábamos el choque con uno o dos golitos en ese corto período de tiempo... o como mínimo lo amedrentábamos de tal forma que el resto de minutos no sabían ni donde estaban!!!
El Athletic fue un helado de los que se sirven en el Puerto de la Cruz en las cercanías del famoso Lago Martiánez. Es decir, te lo dan y como no te lo comas rápido se deshace en diez minutos. Lo digo por el calor eh... no por la calidad. Así nos comportamos. Nos caímos en pedazos. No hay equilibrio entre líneas y las famosas autopistas a las que hizo referencia el ilustre Rafa Alkorta en www.eldemarquebizkaia.com hace algunas semanas fueron un auténtico regalo para el rival.
El asunto del toque, toque... y más toque en horizontal que no sirve para nada resultó otro caballo de batalla. Ya no es cuestión de que te aburras de lo lindo observando esta gilipollez, es más grave. No sabemos hacerlo y ofreces unos regalos al adversario que le sirves en bandeja ocasiones de libro. Menos mal que el Granada aún teniendo un equipito majo, no es el Madrid porque sino...
Aduriz. Anotó su décimotercer gol liguero. ¡¡¡Tantos de oro puro los que ha anotado el delantero guipuzcoano!!! Y yo me pregunto: ¿cuántos puntos nos han dado sus bolichitos? Que los alcahuetes, pelotas y arrastrados que magnificaban los goles de un señor que se va a La Juventus, hagan los mismos análisis en estos momentos que los que realizaban hace apenas unos meses. ¡¡¡Claro, la imagen de Aduriz no vende de la misma forma que la de Gary Cooper!!! Lo dicho... ¡¡¡Alcahuetes y cobardes!!!
La expulsión de Susaeta. Creo que ninguna de las dos entradas es amarilla. Sin embargo, nuestro futbolista demuestra ingenuidad sobre todo en la segunda acción. Hace falta en un espacio inútil sabiendo lo que podía pasar. Hay que tener un poco más de tacto... ¡¡¡vamos digo yo!!!
La afición. ¡¡¡Sencillamente impresionante!!! Si La Catedral no estaba llena... poco le faltaba. Para que luego algunos niñatos que integran nuestra plantilla se quejen amargamente del trato que se les dispensa. Nuestra afición es ejemplar, señorial, fiel... y única en el mundo. Lo que sucede es que la paciencia tiene un límite y cuando te tocan "los virisneis" repetidamente... saltas como un resorte.
En fin, sin lanzar las campanas al vuelo, da la sensación de que nos hemos alejado del peligro. Pero no bajemos la guardia por si las moscas. ¡¡¡Que termine este suplicio ya!!!... ¡¡¡meseeeeeeedez!!!
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