Se acerca el final de liga y con ello el final de una temporada casi soñada por todos los athleticzales. Una temporada en la que el Athletic Club puede volver a clasificarse para disputar la mejor competición internacional a nivel de clubes, la Champions League, dieciséis años después de su única participación. Para ello, este domingo hay que ganar en Bilbao al Sevilla, en la que podría ser considerada como la primera final del nuevo San Mamés.
Pocos eran los que al principio de la temporada se podían imaginar que este año llegaríamos a las cuatro últimas jornadas con opciones de clasificarnos para la Champions League y mucho menos en un cuarto puesto que llevamos defendiendo desde hace más de una vuelta. Lo que se presentaba como una temporada prometedora, con la vuelta de Ernesto Valverde y nuevos fichajes, tras una mala campaña pasada, con el objetivo de entrar en Europa League a final de año, se ha tornado en el curso más ilusionante en lo que a Liga se refiere desde aquella liga 1997/1998 en la que ganamos al Zaragoza en aquel último partido en San Mamés con el gol de Etxebe que todos recordamos.
Empezamos bien, con una victoria en Valladolid, campo en el que al Athletic le suele costar ganar, y seguimos con otra victoria ante Osasuna esta vez en casa, aunque nuestra casa fuera por un día Anoeta. Y poco a poco el equipo fue cogiendo buenas rachas de resultados que le ayudaron a mantenerse en lo más alto de la clasificación. Una de las razones mas importantes ha sido el factor San Mamés, ya que aún sin acabar y con la afición animando cada vez menos, salvo en algunos partidos y sobre todo la nueva grada de animación que cada día va sonando mejor, pocos han sido los equipos que han conseguido sacar algún punto de nuestro nuevo campo. Otro dato importante ha sido la cantidad de puntos sacados fuera de casa. Hasta la visita al Camp Nou el Athletic era el único equipo de los veinte que no sabía lo que era perder fuera de casa en la segunda vuelta.
Y así llegamos al encuentro de este domingo. Importantísimo partido contra nuestro rival directo, nuestro único rival por entrar en la tan preciada Champions League, el Sevilla. El partido de ida en el Sánchez Pizjúan acabó con el resultado de empate a uno, por lo que si ganamos nos pondríamos a seis puntos de ellos más el golaverage.
Este domingo tenemos que conseguir entre todos que San Mamés sea el de las grandes citas, el de las grandes noches de fútbol que a todos nos gusta vivir. El que grita, el que anima, el que alienta al equipo los noventa minutos. El que mete el primer gol al rival antes de empezar el partido y el que ayuda al equipo a salir enchufado desde el minuto uno, como pasó en aquella semifinal contra el mismo Sevilla allá por marzo 2009, donde toda la ciudad se volcó con el Athletic y este salió muy enchufado, encarrilando el partido con un gol en el minuto cuatro. Este domingo tenemos que intentar entre todos crear una atmósfera similar a la de aquella noche. Una atmósfera para que equipo y afición vayan de la mano hasta el final de los noventa minutos, para que juntos podamos ganar al Sevilla y así quedarnos a solo tres puntos de la tan ansiada Champions League. No podemos desaprovechar esta ocasión ahora que la tenemos tan cerca. Este domingo todos tenemos que salir del partido afónicos, eso significará que nos hemos dejado la voz en el campo y si eso ocurre estoy seguro que el equipo responderá y conseguirá los tres puntos.
¡¡¡AUPA ATHLETIC!!!
ARTICULO DE ASIER ZAMACONA (VICEPRESIDENTE TXAPEROLO ATHLETIC TALDEA)
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