Me enerva la capacidad de resignación que tenemos tras encajar un escandaloso y doloroso 6-0 en el Nou Camp. Es evidente que el Barca te machaca, pero hemos pasado página con suma rapidez sin hacer examen de conciencia. Lo tengo más claro que el agua.
Partimos de la base que la expulsión de Gorka Iraizoz en el minuto cuatro es muy rigurosa. Me gustaría saber si el trencilla hubiese actuado con la misma contundencia en el área blaugrana. Seguro que no. Sin embargo, ampararnos en esta coyuntura para ocultar lo sucedido... es mentir como cosacos. Es la excusa perfecta para no analizar esta debacle.
Partimos de la base que la expulsión de Gorka Iraizoz en el minuto cuatro es muy rigurosa. Me gustaría saber si el trencilla hubiese actuado con la misma contundencia en el área blaugrana. Seguro que no. Sin embargo, ampararnos en esta coyuntura para ocultar lo sucedido... es mentir como cosacos. Es la excusa perfecta para no analizar esta debacle.
Por enésima vez y van... nuestro bendito Athletic se mostró como un flan de huevo en defensa. Si te detienes en los goles encajados... mejor te echas una manta a la cabeza porque entregamos la cuchara en todo momento. Fuimos blandos, blandos, blandos... y más blandos. Una cosa es que el Barca esté atestado de calidad por todos sus puntos cardinales... y otra muy diferente es que nosotros nos comportemos como auténticos alevines. ¡¡¡Ya está bien!!! Me pueden contar mil historias para no dormir, pero Aduriz y Raúl García son medio Athletic. Son pilares fundamentales y es innegable que contagian al resto de compañeros de esa garra y casta necesaria para ganar partidos.
Dicen voces entendidas, incluída la de De Marcos, que la Copa será una película muy distinta. Me invaden dudas, más dudas y más dudas... E insisto, el Barca es mucho Barca, pero existe un término que se llama orgullo y desgraciadamente ayer no existió en el Nou Camp. Así lo vi y así lo escribo. ¡¡¡Aupa Athletic hasta el infinito!!!
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