El pasado martes escribía en mi muro de Facebook que "si el Athletic eliminaba al Barca de la Copa, iría caminando del Puerto de la Cruz a Candelaria a visitar a La Patrona de Canarias". No conseguimos la hazaña, pero el repaso dado al equipo más poderoso del planeta fue de tal magnitud que la próxima semana emprenderé mi promesa. Un resultado adverso no cambia jamás el bendito sentimiento que uno profesa al mejor equipo del mundo.
Quien escribe pensaba que la eliminatoria estaba finiquitada tras el 1-2 en Bilbao. Afortunadamente, me equivoqué. Nuestro Athletic estuvo magistral en el Nou Camp. Desafió el poderío blaugrana ejerciendo una presión asfixiante en los cuatro puntos cardinales del terreno de juego que no dio los frutos esperados por cuestión de centímetros. Nos comportamos como auténticos leones y casi nos plantamos en las semifinales dejando KO a un rival plagado de estrellas. Fue grandioso y el orgullo que sentimos todos los aficionados rojiblancos fue sencillamente inolvidable. Fuimos dueños de la situación sin género de dudas. Y sino que se lo pregunten al respetable que acudió al Nou Camp. En la primera parte, afloraron los silbidos...
En fin, queda demostrado que si el Athletic quiere... puede. No somos inferiores a ningún rival. Otra cosa muy diferente es lo que sucedió con el colegiado. Se decantó por el Barca y no expulsó a Luis Suárez por unas manos voluntarias (segunda amarilla) y en el gol de Pique hay falta previa de Alves a Muniain. Pero esa es otra historia que teniéndola presente no relega a un segundo plano la actuación imperial de Nuestro Athletic. Así sí leones. Por eso, la próxima semana iré caminando desde mi pueblo, el Puerto de la Cruz, hasta Candelaria. Me esperan unos cincuenta kilómetros de reconfortante caminata. Por ti lo que sea Athletic. Te quiero más que ayer y menos que mañana. ¡¡¡Aupa Athletic hasta el infinito!!!
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