Por una vez y sin que sirva de precedente, estoy plenamente de acuerdo con una frase que expuso el técnico rojiblanco Marcelo Bielsa. No ha dicho nada nuevo porque ya se conocía, pero la comparto de cabo a rabo. "Llegar a dos Finales es siempre valioso. Ganarlas es mucho más valioso y perderlas es muy triste". Una verdad como La Catedral de San Mamés de grande.
Presentarte en dos Finales no es moco de pavo. Hay que sortear una serie de obstáculos tan gigantescos como Fernando Romay y ciertamente es valioso. Conquistar los trofeos ni les cuento. Tiene que ser el punto álgido en la carrera de un futbolista y para nosotros, los aficionados, significa la felicidad total y absoluta. Y si las pierdes se te tiene que quedar una cara de tonto...
Y por otra parte hay que hablar de Javi Martínez. El bravo jugador de Aiegui es un caballero. Repito ¡¡¡Javitxu es un auténtico caballero!!! Y su actitud ha sido encomiable.
Es de sobra conocido lo que hizo el provocador, prepotente y niñato de Cristiano Ronaldo en San Mamés. Un corte de mangas en toda regla. Y Javi se lo recriminó. Sin embargo, ha reconocido las cosas. Aquí están sus palabras:
"No le dije que yo soy campeón del mundo porque no me pega y nunca lo diría. Lo de hijo de puta igual lo dije, pero a mi madre le dan recuerdos en todos los partidos. Fue un lance de los que pasan mil. Simplemente le dije que no tiene por qué señalar a la grada y nada más. Seguro que el año que viene cuando juegue contra él le daré la mano y no pasará nada. Son momentos en los que estás en caliente. Es una reacción que cualquiera puede tener y no hay que tomársela tan a pecho, aunque luego lo piensas y dices ojalá no lo hubiera hecho. He pensado en llamarle a través de Iker pero creo que no tenemos que estar tan preocupados porque estás cosas tanto a él como a mí nos pasan mil y hay que olvidarlo y ya está".
Queda clara la diferencia entre un auténtico caballero llamado Javi Martínez y un pobre diablillo llamado Ronaldo.
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