UN TRIUNFO MERITORIO

Han pasado más de 24 horas de la épica victoria de nuestro Athletic ante el Atlético de Madrid y quien escribe sigue incrédulo. Más contento que unas castañuelas. Más feliz que un niño cuando le regalan el equipaje rojiblanco de San Mamés, pero insisto me cuesta Dios y ayuda asimilar el triunfo porque no lo esperaba. ¡¡¡Un 3-0 a un rival que reside en la gloria!!!... ¡¡¡Cojonudo!!!

 

Y podrán vender mil historias de jogo bonito o mejoría sustancial en lo ofrecido al respetable. Aquí mandan los números. Hay un dato significativo. En la primera vuelta los partidos ante el Betis y Atlético depararon un auténtico desastre. Dos derrotas con tres goles a favor y nueve en contra. En cambio, el segundo acto de la competición arroja un saldo de una victoria y un empate con cuatro goles a favor y uno en contra. Por lo tanto, los números se imponen ante cualquier vendeburras.

 

Y ya sé que la actuación de Gorka Iraizoz fue poderosa. Sin embargo, no me gusta -- lo he dicho mil veces en este humilde blog -- un portero que alterna momentos notables o sobresalientes con cantadas y errores que nos dejan absolutamente a todos en estado de shock. Si no tuviera el puesto ganado por decreto, Iraizoz estaría en el banquillo desde hace mucho tiempo.

 

Sobre Fernando Llorente y su lesión... ¡¡¡ajam, ajam, ajam...!!!, es decir, ¡¡¡no sé, no sé, no sé...!!! ¿Le interesa a ambas partes (jugador y junta directiva) que la cuestión no se enfollone aún más y es mejor evitar la presencia del delantero de Rincón de Soto en La Catedral porque la pitada se escucharía en Tenerife? Creo firmemente que sí. No es la primera vez en la historia del fútbol que se ingenian mil fórmulas para desviar atenciones. Y lamento pensar mal, pero dicen que piensa mal y acertarás...

En fin, este triunfo tiene un mérito incalculable. El objetivo es claro. Mantener una línea de regularidad que nos aleje de la zona peligrosa. Luego, ya se verá...