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sábado, 12 de abril de 2014

LA NOCHE QUE JAMAS PUDO OLVIDAR JOAQUIN PEIRO



Siempre que le he preguntado al gran Joaquín Peiró sobre cuál es su peor recuerdo como entrenador del Málaga responde lo mismo: “Aquel partido que perdimos con el Athletic por 3-4”. Resulta increíble. Han pasado casi 15 años de aquel 12 de noviembre de 1999 y en Málaga todo el mundo tiene todavía muy fresco ese encuentro jugado en una fría noche. Los malagueños habían regresado a Primera tras una década de travesía por el desierto, una desaparición, posterior refundación y ascensos desde Tercera División. El técnico madrileño estaba en la cuerda floja. Y hasta tuvo un par de amagos de despido (uno de ellos lo solventó ganando en el Camp No por 1-2 con José Mari Bakero preparado para tomar el relevo).

El Málaga presentó la siguiente alineación: Koke Contreras; Manel Ruano, Txomín  Larraínzar, Mikel Roteta, Vicente Valcárce; Rufete, Movilla, Sandro, Agostinho (Ariel Zárate, 81’); Edgar (Darío Silva, 75’) y Catanha. En el Athletic: Imanol Etxeberria; Lacruz, Alkorta, Ferreira, Felipe; Alkiza, José Mari (Josu Urrutia, 65’), Edu Alonso, Javi González (Etxeberria, 58’); Sívori (Kiko, 52’) y Ezquerro. El árbitro, el gallego Evaristo Puentes Leira.

El Málaga salió a por todas y no se amilanó por el afortunado gol que, a los 22 minutos, anotó Rafa Alkorta. Cinco minutos después empató Edgar, aquel formidable portugués que no hizo carrera por culpa de una desafortunada lesión que le provocó el central marroquí del Deportivo Naybet y por su afición a la noche costasoleña. Lo último que hemos sabido sobre él es que andaba por Angola y no muy sobrado de dinero. Con 1-1 se llegó al descanso. A los 48 minutos Catanha, ‘el Cangrejo Rojo’ anotó de penalti el 2-1. El Málaga jugaba primorosamente y el Athletic estaba destrozado, sin ideas y a merced de un rival que, en pleno festival, se puso 3-1. Otra vez Catanha. Pocas veces vimos al Málaga jugar tan bien y casi nadie recuerda a un Athletic tan diluido. La Rosaleda hacía la ola. Pedía sangre. El Athletic parecía entregado. Pero hasta en sus horas más bajas, los leones sacan las uñas. Mari Lacruz, a los 72 minutos, lanzó un lejano tirito que se tragó Contreras. Ni así pestañeó la afición local. Cuando se mascaba el 4-2, nuevamente Lacruz, a los 88 minutos puso el 3-3. Nadie se lo podía creer. El final fue de comedia griega, Joseba Etxeberría, desde la línea de fondo, tiró por tirar. No se lo pensó. Si llega a hacerlo no tira, ¡seguro! Le salió un cañonazo que se coló por toda la escuadra. ¡3-4! El alemán Emmerich le marcó un gol similar a Iribar en el Mundial de Inglaterra de 1966 (Alemania 2 España 1). Minutos 93. Fin del partido. De manera increíble, el Athletic se llevó tres puntos en un duelo que debió perder por 9-1 o más. ¡No les exagero! Íñigo Larrainzar, el hermano del malaguista Txomin Larrainzar, que ese día no jugó, me comentó en el vestuario: “No veas qué suerte hemos tenido”. Suerte sí. Pero el Athletic siempre aparece. A sus 78 años, el gran Joaquín Peiró sigue recordando aquella noche maldita.

Artículo de CARLOS CARIÑO (Delegado del DIARIO AS en Málaga)

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