El ATHLETIC se enfrenta al CORDOBA esta tarde en La Catedral. En el rival andaluz militó un jugador que permaneció diez temporadas (del 93 al 2003) en Bilbao. Se trata de IÑIGO LARRAINZAR. En La Alhambra estuvo dos campañas (de 2003 a 2005)
Llega el colista a La Catedral. Parece una oportunidad propicia para seguir sumando...
Es una buenísima oportunidad para seguir sumando puntos y continuar la buena racha que hemos encadenado para seguir aspirando a posiciones más acordes con el equipo. Sin embargo, no hay que fiarse porque el Córdoba, pese a que vaya el último, es un equipo valiente que no tiene nada que perder y sí mucho que ganar. Tiene jugadores de calidad que a buen seguro pondrán las cosas difíciles a nuestro equipo.
Es una buenísima oportunidad para seguir sumando puntos y continuar la buena racha que hemos encadenado para seguir aspirando a posiciones más acordes con el equipo. Sin embargo, no hay que fiarse porque el Córdoba, pese a que vaya el último, es un equipo valiente que no tiene nada que perder y sí mucho que ganar. Tiene jugadores de calidad que a buen seguro pondrán las cosas difíciles a nuestro equipo.
La dinámica ha sufrido un cambio brutal. ¿Pensabas que el nerviosismo imperaría este año a tenor del inicio liguero?
Más que el nerviosismo yo diría que fueron las ilusiones y las expectativas que todos teníamos con la esperada entrada en Champions y con el buen juego que hicimos la pasada temporada. Nos ha costado volver a la buena senda y ahora el Athletic parece que se ha quitado la presión y está jugando mucho más suelto. Así, los resultados están llegando.
Juegas quince temporadas en la élite. ¿Cómo explicas esa teoría que apuntó Valverde señalando que sus jugadores atravesaron un momento delicado en el plano moral? ¿Un futbolista no debería ser fuerte mentalmente siempre?
Bueno, la teoría siempre es muy fácil...¿no?. En el fútbol suceden estas cosas y los equipos pasan por rachas en las que muchas veces te salen las cosas bien aún no jugando muy bien y otras, que pese a que pongas toda la buena fe y todo el trabajo, las cosas no salen como a uno le gustarían.
La Champions pasó por Bilbao como el coche de Michael Night, es decir, a toda velocidad. ¿Ha sido un fracaso lo acontecido?
No, no ha sido un fracaso. Ha sido un merecido premio a la temporada pasada y toda la ilusión se transformó en una presión añadida al pensar que teníamos un grupo asequible. Al final, el resultado no ha sido el esperado y ahora hay que pensar en clasificarse para la Europa League.
Ustedes mostraron mayor fortaleza en la anterior participación en 1998.
Al igual que este año también disfrutamos del premio y estuvimos cerca de conseguir pasar a la siguiente eliminatoria, pero no pudo ser. Lo importante es poder corresponder a la ilusión que tenía toda nuestra gente y que se sintieran orgullosos de nuestra comparecencia en la competición.
La sangría defensiva se ha cortado de forma radical. Hay un hombre que está aportando un gran trabajo, Etxeita.
Está muy bien. Personalmente, tampoco ha sido una sorpresa porque es muy buen jugador. Hay veces que sólo hay que esperar tu momento para aprovecharlo, y él lo ha hecho. De todas maneras, tenemos muy buenos defensas y juegue quien juegue tenemos asegurado un mínimo muy alto en cuanto a rendimiento. Esto a Txingurri le tiene que hacer sentirse tranquilo.
Conoces a Valverde porque fue tu compañero durante tres temporadas. ¿Crees que continuará en Bilbao o saldará un ciclo en el mes de junio?
Espero que no sea el final de un ciclo. Tanto él como el equipo tienen mucho recorrido por delante. Esto lógicamente lo tiene que avalar los resultados porque es lo que manda en este mundo del fútbol. Espero que tengamos entrenador para muchos años.
Y el futuro de Josu Urrutia como presidente no parece claro.
Un poco en consonancia con Txingurri. Lo está haciendo bien en un mundo nuevo para él y en el que no es fácil satisfacer a todo el mundo. Está demostrando llevar al club por el buen camino.
Un poco en consonancia con Txingurri. Lo está haciendo bien en un mundo nuevo para él y en el que no es fácil satisfacer a todo el mundo. Está demostrando llevar al club por el buen camino.
¿Cómo afrontarías las renovaciones de jugadores veteranos, por ejemplo, Gurpegui, Iraola, Iraizoz o Aduriz?
Lo afrontaría año a año como se está haciendo en algunos casos. Lógicamente, sujeto al rendimiento de cada jugador. Y, aunque se puede pensar que por edad están al final de sus carreras, aún les quedan unos buenos años por exprimir.
Las jóvenes promesas parece que no responden cuando se les necesita. Para muestra el botón del choque ante el Alcoyano ¿qué falla en Lezama?
Creo que no falla nada. Los jóvenes necesitan minutos y confianza para ir adquiriendo y reforzando sus aptitudes dentro del terreno de juego, para ir cogiendo experiencia. Es difícil jugar de vez en cuando y que las cosas salgan bien al cien por cien.
¿Y qué recuerdas de tu paso por el Córdoba?
Ya ha pasado mucho tiempo, pero sobre todo guardo muy buenos recuerdos de los compañeros que tuve. Futbolísticamente, las cosas no nos fueron muy bien que digamos, aunque como en la vida todas las experiencias son positivas y de cada una se pueden sacar buenas conclusiones.
En tu segunda temporada una lesión te privó de participar con regularidad.
Tuve un fuerte golpe en la espalda que me hizo estar parado más tiempo del esperado. Los meses fueron pasando y no veía el final del túnel. Llegaron las vacaciones de Navidad y el equipo iba a hacer una reestructuración. En ese momento, decidí que era el momento de dejarlo, centrarme en recuperarme en Pamplona y si acaso volver a jugar al año siguiente. No pudo ser y colgué las botas.
¿La exigencia era grande por retornar a la máxima categoría y se pagó caro?
Había mucha ilusión y se hizo un equipo para estar en los puestos de arriba. Pese a que nuestro juego era bueno, los resultados nos fueron matando partido a partido y todas nuestras expectativas se quedaron en nada. No pudo ser.
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